Cada crédito representa una tonelada de dióxido de carbono (CO2) equivalente evitado, totalizando 175.000 toneladas de gases de efecto invernadero (GEI) no emitidas. Estos créditos corresponden a la preservación de una superficie de 570 hectáreas de selva amazónica, equivalente a unos 800 campos de fútbol como el Maracaná.
Los créditos se adquirieron al Proyecto Envira Amazônia -con sede en la ciudad de Feijó, en Acre-, que se dedica a preservar la selva amazónica y desarrollar acciones en beneficio de las comunidades de la región.
El Plan Estratégico de Petrobras 2023-27 prevé otras operaciones en el mercado de carbono, con inversiones totales de hasta 120 millones de dólares (unos 111 millones de euros) en créditos de carbono hasta 2027.
Con la compra de créditos de carbono, Petrobras pretende complementar su estrategia de descarbonización, que incluye varios frentes, como la reducción de emisiones en las operaciones, proyectos de energía renovable, biorrefinería y captura y almacenamiento de carbono (CCS).
La prioridad de Petrobras será adquirir créditos de alta calidad basados en la naturaleza, conocidos como Nature Based Solutions, generados en Brasil, que contribuyan a la conservación y recuperación del ecosistema natural del país.
Los créditos de carbono adquiridos por Petrobras son de alta integridad y con beneficios socioeconómicos, certificados bajo un estricto protocolo mundial, garantizando transparencia, fiabilidad y trazabilidad en la divulgación del origen y uso de los créditos.
La certificación de los créditos sigue el Verified Carbon Standard (VCS) de Verra, que es la mayor certificadora del mercado voluntario de carbono del mundo. Esta empresa se encarga de validar la cantidad de carbono fijada o evitada y de supervisar periódicamente el progreso del proyecto, así como de registrar los créditos de carbono emitidos en su plataforma electrónica para que puedan ser rastreadoselectrónicamente para su seguimiento.
