La restricción atañe a quienes tienen permiso para portar armas en Brasil, ya sea coleccionistas, tiradores profesionales y cazadores durante el día de las elecciones, así como las 24 horas previas y posteriores a la cita con las urnas.
El objetivo es garantizar la seguridad de los electores durante la jornada electoral. La propuesta ha sido presentada por el presidente del TSE, el juez Alexandre de Moraes, y ha contado con el visto bueno unánime del resto del tribunal, detalla el diario ‘O Globo’.
En caso de que no se cumpla con la medida, se considerara delito electoral y todo aquel que sea sorprendido portando un arma será castigado con pena de prisión, sin importar si el funcionamiento normal del proceso electoral queda entredicho.
El fallo del TSE no hace referencia al cierre de los clubes de tiro el día de las elecciones por temor a episodios de violencia política, tal y como la Policía Civil había propuesto el pasado día 20 de septiembre.
El pasado mes de agosto, el TSE ya había determinado la prohibición de portar armas de fuego en un radio de cien metros de los locales de votación. Sin embargo, la medida ido más allá después de que las fuerzas de seguridad se mostraran preocupadas por lo que finalmente se han incluido también a aquellos que poseen permisos para utilizar y portar armas.
La posesión de armas es un tema delicado en Brasil en los últimos años, después de que el presidente Bolsonaro haya insistido en flexibilizar la legislación para que más personas puedan acceder a ellas. Se trata de una promesa electoral que continúa en su programa para estos comicios, en los que, según las encuestas, no revalidaría mandato y sería el candidato del Partido de los Trabajadores (PT, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien volvería al Palacio del Planalto.