Durante la cumbre entre Brasil y la Comunidad del Caribe (Caricom), el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que su país está listo para impulsar la transición energética en la región caribeña, destacando la vulnerabilidad de los pequeños estados insulares ante el cambio climático. En el encuentro, celebrado en Brasilia, se abordaron estrategias comunes de cara a la COP30, que tendrá lugar en noviembre en Belém do Pará.
Brasil, aliado clave en la descarbonización del Caribe
Lula afirmó que Brasil puede ser un socio estratégico gracias a su experiencia consolidada en biocombustibles, energía eólica y solar. “Brasil puede ayudar a los países caribeños a descarbonizar su matriz energética”, declaró el mandatario, quien también anunció el envío de una misión técnica del Ministerio de Minas y Energía y de la empresa estatal de investigación energética para explorar oportunidades en el espacio marítimo caribeño.
La cooperación incluirá el análisis del potencial energético de la región y el diseño de proyectos conjuntos en energías limpias
Hacia una transición justa e inclusiva en la COP30
Uno de los objetivos centrales de la cumbre fue crear consensos regionales sobre la transición energética y el cambio climático, de cara a las negociaciones de la próxima Conferencia del Clima de la ONU (COP30). Lula subrayó la necesidad de exigir a los países ricos mayores compromisos de reducción de emisiones y una financiación robusta para las acciones climáticas.
“Seguiremos exigiendo de los países ricos objetivos ambiciosos y financiación para mitigación, adaptación y compensación por pérdidas”, sentenció Lula
La urgencia climática en los pequeños estados insulares
El presidente brasileño insistió en que los pequeños estados insulares en vías de desarrollo son los más afectados por los efectos del calentamiento global. Por ello, enfatizó que la cooperación sur-sur y las alianzas regionales como la de Brasil y Caricom son fundamentales para alcanzar una transición energética justa.



