La entidad ha justificado este impulso en sus ganancias en el buen rendimiento de la cartera de clientes y de las comisiones, combinado con menores partidas asignadas a provisiones y un control eficiente del gasto. Sin tener en cuenta impactos extraordinarios a nivel contable, el banco contabilizó un beneficio de 21.945 millones de reales (3.637 millones de euros), un 32,6% más.
El banco finalizó el año con 74,1 millones de clientes, un 3,9% más que en 2020, mientras que su área de banca digital se impulsó un 170%, con 10 millones de clientes.
Los ingresos por intereses del banco ascendieron hasta los 63.980 millones de reales (10.594 millones de euros), un 1,3%; mientras que las provisiones destinadas a posibles pérdidas descendieron un 41,6% durante el ejercicio, hasta 15.035 millones de reales (2.489 millones de euros). Por su parte, la facturación de productos de seguro, planes de pensión y bonos de capitalización cayó un 5,5%, hasta 11.451 millones de reales (1.896 millones de euros).
En el cuarto trimestre del año, el beneficio recurrente de Bradesco descendió un 2,8%, hasta 6.613 millones de reales (1.095 millones de euros). Sin considerar elementos atípicos, el beneficio de la empresa fue de 3.170 millones de reales (525 millones de euros), un 42% menos.