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La película boliviana «Cómo duele ser pueblo» se estrena cuatro décadas después de su filmación

Hugo Roncal fue uno de los pioneros del cine boliviano, con amplia experiencia en documentales en el siglo XX.

Cómo duele ser pueblo

Cómo duele ser pueblo

Es, quizás, la posproducción cinematográfica más larga de la historia. La película «Cómo duele ser pueblo» se estrenará en los cines bolivianos este jueves, 40 años después de filmarse y ser remasterizada en Italia, según explicó el lunes Paola Roncal, hija del fallecido director, Hugo Roncal (1923-2005).

«Mi padre realizó el rodaje de su largometraje, entre 1980 y 1983, con estudiantes de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) de La Paz (oeste). La dejó rodada en 9 rollos en 16 milímetros, pero lamentablemente por temas económicos no pudo concluir la película, faltó la posproducción, y falleció en 2005», relató.

Hugo Roncal fue uno de los pioneros del cine boliviano, con amplia experiencia en documentales en el siglo XX. También fue actor en filmes destacados como «Mina Alaska» (1986) y director de fotografía en «Ukamau» (1966), de Jorge Sanjinés.

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Las cuatro hijas de Roncal hicieron un esfuerzo y lograron captar recursos económicos para completar la posproducción mediante el fondo concursable del Programa de Intervenciones Urbanas del Ministerio de Cultura de Bolivia, en 2019.

De ese modo, con el material fílmico resguardado por la familia se empezó a trabajar en la etapa final hacia las salas de cine. La reconstrucción narrativa se realizó a partir de varias versiones de guiones literarios, guiones técnicos y notas de campo dejadas por el director, según la ficha técnica de la película.

La restauración digital fue realizada en Bolonia, Italia, en el reconocido laboratorio de restauración y conservación L’immagine Ritrovata.

«Tenemos el gusto que después de 40 años sea vista en las salas de cine», expresó emocionada Paola Roncal.

La película, de 81 minutos de duración, muestra la vida en los años 80 en Oruro, oeste del país y región fronteriza con Chile, donde muchos buscaron fortuna en las minas bolivianas.

A través de la historia de un empleado de ferrocarril, que dolido por el desamor e inconforme con su salario busca riqueza en la minería, el filme relata el esfuerzo de la población de buscar mejores condiciones de vida y, pese al esfuerzo, no conseguirlo. De ahí el título de la película: «Cómo duele ser pueblo».

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