Agricultura

Cocaleros bolivianos se reinventan con el café y conquistan el mercado francés

Con apoyo internacional, productores de La Asunta logran exportar a Francia y buscan abrir mercado en Bélgica.

Café

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Los campesinos cocaleros de La Asunta, en Bolivia, encontraron en el cultivo del café una alternativa de vida. Con el respaldo de la ONU, han logrado exportar su producción a Francia y ahora se preparan para llegar a nuevos mercados europeos, apostando por variedades de especialidad como Geisha y Java.

Los campesinos cocaleros del municipio boliviano de La Asunta, ubicado a casi 200 kilómetros al este de La Paz, encontraron en el cultivo del café una alternativa de vida. Con el apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), lograron exportar su producción a Francia, donde el aroma y sabor del café boliviano ya conquistan paladares.

Rubén Corina Mamani (36) solía cultivar hoja de coca, una planta de uso tradicional entre campesinos y obreros bolivianos. Hoy, encontró en el café de especialidad una fuente de ingresos con mayor proyección, en contraste con la producción de coca, regulada por la Ley N.º 1008 de Antinarcóticos.

El café boliviano ya se exporta a Francia y los productores de La Asunta buscan ampliar mercados hacia Bélgica

«Estamos incursionando en el tema del café con tres variedades. Hemos comenzado con castillo —de origen colombiano—, a nivel municipal, ya tiene un mercado seguro y una exportación de cuatro años a Francia», dijo Corina Mamani.

Con el objetivo de reducir la superficie destinada al cultivo de coca, legalmente limitada a 22.000 hectáreas en Bolivia, la Unodc, con fondos de la cooperación europea, apoyó a los campesinos en la búsqueda de cultivos alternativos como el café, el aguacate y otros productos.

La primera experiencia fue muy positiva: se logró exportar 250 toneladas de café de la variedad Castillo a Francia. Sin embargo, su meta es seguir creciendo, y por eso ahora también cultivan cafés de especialidad como Geisha y Java.

«Otro paso muy importante que estamos dando como productores es el café de especialidad, la variedad de Geisha y Java, estamos dando un paso más allá para poder también mostrar la potencialidad de la productividad y en tema de calidad en café en La Asunta», explicó Corina Mamani.

El desarrollo alternativo busca ofrecer a las comunidades una opción económica viable frente a los cultivos ilícitos

Consultado sobre cómo decidió dejar sus cultivos de coca y migrar al café, respondió: «El café es una oportunidad, te da un ingreso económico y no es como la coca, que no sale de las fronteras, hay que ser sinceros, y desde ese punto de vista, mi persona y otros productores en el municipio de La Asunta, viendo la realidad, estamos enfocándonos en el café. El café es un mundo y te abre puertas».

La Asunta es el mayor productor de hoja de coca de la provincia Sud Yungas del departamento de La Paz, con una superficie cultivada de 5.512,7 hectáreas, según datos del Censo Agropecuario 2013 del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Por su parte, Emilio Tintaya Choque, presidente de la Asociación Integral de Productores Agroecológicos El Mirador (Asipaem), que aglutina a los productores de café y promueve acuerdos institucionales para mejorar su producción y comercialización, apuesta en grande y espera próximamente ingresar al mercado de Bélgica.

«Esperamos llegar también a Bélgica. El producto que estamos enviando es un café especial y seleccionado, con una altitud de 1.650 m sobre el nivel del mar. Somos 116 asociados legalmente constituidos. Al año producimos como 60 toneladas y tenemos un mercado en Francia, a través de la empresa Malongo», detalló.

Tintaya Choque relató que incursionó en el cultivo del café porque sus cultivos de coca son mínimos y sus ingresos no eran suficientes para sustentar a su familia.

Desarrollo alternativo y proyección internacional

La Unodc está en Bolivia desde hace 20 años y su labor es apoyar al Estado en la implementación de convenciones contra el crimen organizado y la corrupción. Además, impulsa proyectos de prevención del delito y de apoyo a comunidades.

«Iniciamos nuestro trabajo en 2018, comenzamos por un capital semilla del Gobierno francés y en varias comunidades con la idea de no permitir que se expandan los cultivos de coca y ayudar a los campesinos a que tengan otras opciones», explicó la representante de Unodc en Bolivia, Mónica Mendoza.

Mendoza recordó que la primera exportación se dio en 2020 con un contenedor, luego dos, tres y ahora se requiere mayor volumen.

En 2024, Bolivia exportó café por valor de 15 millones de dólares, casi el doble que en 2020

La Unodc cuenta con apoyo de Corea del Sur y la Unión Europea, con un fondo de casi 10 millones de dólares para los próximos cinco años, con el objetivo de capacitar a cerca de 1.000 familias en la producción de café en otros municipios.

«Este año esperamos exportar cuatro contenedores y tenemos el primer micro lote de especialidad Geisha y Java. Nuestro trabajo es hacer que los campesinos mejoren la cadena productiva, no expandan los cultivos de coca y puedan tener soluciones económicas viables», añadió Mendoza.

El café boliviano tiene grandes proyecciones en el mercado internacional porque cuenta con certificación Fairtrade, que garantiza una producción sostenible en los aspectos económico, social y ambiental.

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