Este monto histórico ha sido destinado principalmente a proyectos sociales y de infraestructura, consolidando la estrategia del Estado boliviano en materia energética.
Un proceso estratégico de recuperación estatal
El 1 de mayo de 2006, el entonces presidente Evo Morales firmó el decreto 28701, marcando el inicio de la nacionalización de los hidrocarburos. Esta medida puso fin a la era neoliberal de capitalización y privatización iniciada en los años noventa, y devolvió al Estado el control sobre la exploración, producción y comercialización del gas y petróleo bolivianos.
Desde ese momento, Bolivia adoptó un modelo de gestión estatal de los recursos naturales, lo que ha permitido la acumulación de una renta petrolera sin precedentes, estimada en 50.000 millones de dólares hasta 2024, según informó Danny Roca Jiménez, gerente de Planificación Corporativa de YPFB.
“Entre 2006 y 2024, Bolivia obtuvo, por concepto de renta petrolera, un ingreso histórico acumulado por aproximadamente 50.000 millones de dólares, recursos que benefician al pueblo boliviano”, destacó Roca Jiménez en conferencia de prensa
Producción actual de gas natural: retos y reconfiguración de mercados
En la actualidad, Bolivia produce alrededor de 40 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/d) de gas natural. De esa cantidad, 17 MMm³/d se exportan a Brasil, 12,5 MMm³/d se destinan al mercado interno, y los 10 MMm³/d restantes están siendo negociados tras la finalización del contrato de exportación con Argentina.
Este nuevo escenario obliga al país a replantear sus estrategias de comercialización y diversificar sus mercados, en un contexto donde los ingresos energéticos siguen siendo un pilar fundamental de la economía nacional.