Barriles de Petróleo
El ministro explicó que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) “trabaja al límite”, garantizando únicamente el suministro inmediato gracias a un cargamento recibido esta semana. Sin embargo, la cobertura es insuficiente ante la creciente demanda y el desabastecimiento visible en las principales ciudades del país.
Las largas filas de vehículos para conseguir combustible evidencian la fragilidad del sistema energético boliviano
Gallardo atribuyó la crisis a la falta de dólares derivada del bloqueo de créditos externos en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), donde la oposición mantiene paralizados varios proyectos financieros desde hace meses. Sin acceso a esos recursos, el Banco Central y YPFB no pueden pagar las importaciones de carburantes, lo que ha reducido la autonomía del país a mínimos históricos.
El Gobierno calcula que más de 1.600 millones de dólares en créditos internacionales permanecen detenidos en el Parlamento. La falta de liquidez afecta también a otros sectores estratégicos, como la industria y el transporte, que dependen del suministro continuo de combustible.
El diésel escasea en todo el país y los transportistas denuncian pérdidas por la paralización de rutas
La tensión coincide con el clima electoral previo al balotaje del 19 de octubre, en el que se enfrentarán Jorge “Tuto” Quiroga y Rodrigo Paz. Ambos candidatos han incluido la crisis energética entre sus prioridades, aunque con propuestas opuestas: Quiroga apuesta por liberar el mercado de importación y Paz defiende mantener el control estatal bajo una revisión de los subsidios.
Desde 2023, Bolivia arrastra una crisis de divisas originada por la caída de las exportaciones de gas natural a Argentina. La reducción de ingresos en dólares ha limitado la capacidad del país para financiar la importación de combustibles y ha presionado al alza los precios de los alimentos y otros bienes básicos.
El modelo de subsidios energéticos se ha vuelto insostenible y amplía el déficit fiscal
El presidente Luis Arce ha anunciado que su Gobierno trabaja en un plan de emergencia para garantizar el abastecimiento del 80% de la demanda interna en las próximas semanas. Entre las medidas figuran la liberación parcial de créditos externos, la importación extraordinaria de carburantes y una eventual flexibilización para que el sector privado pueda participar en la compra de combustibles.
El Ejecutivo asegura que la situación “es transitoria”, pero expertos del sector advierten que, sin un acuerdo político que desbloquee los fondos y sin una reforma estructural del sistema energético, la crisis podría prolongarse durante meses.
| Indicador | Valor estimado |
|---|---|
| Autonomía en gasolina | 3 días |
| Autonomía en diésel | 0 días |
| Créditos externos bloqueados | 1.600 millones de dólares |
| Cobertura prevista (plan Arce) | 80% de la demanda |
| Sectores más afectados | Transporte, industria, comercio |
| Regiones con mayor escasez | La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Oruro |
El desabastecimiento de carburantes se suma a un contexto de fragilidad económica y polarización política. La solución inmediata dependerá de un acuerdo entre el Ejecutivo y la Asamblea, mientras los bolivianos afrontan el riesgo de una parálisis productiva y una inflación sostenida que amenaza con extenderse hasta finales de año.
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