«Queremos informar que se promulgó el decreto 5271, este decreto supremo tiene como objetivo autorizar a personas naturales, jurídicas y privadas la importación de gasolina y diésel para su comercialización en el mercado interno y establecer los requisitos y prohibiciones», explicó, en contacto con la prensa estatal Bolivia TV.
La autoridad boliviana subrayó que esta medida no implica que la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) deje de realizar la importación de combustibles a precios subvencionados.
«YPFB continuará con su tarea de importar, distribuir y comercializar combustibles a precios subvencionados, garantizando la estabilidad del mercado y el acceso de la población a estos recursos esenciales», aseguró Gallardo.
El 86 por ciento de diésel y el 56 por ciento de gasolina que se consume en el mercado interno de Bolivia es importado, según datos de YPFB, debido a que actualmente se produce sólo una mínima parte de combustibles líquidos.
Bolivia también sigue una estrategia de introducir nuevos combustibles de mayor calidad, para vehículos de última generación, a precio internacional del petróleo, de modo que así puede reducir el costo de la subvención estatal a los carburantes.
La importación de gasolina y diésel de Bolivia marcó un récord histórico en 2021, con 2.120 millones de dólares en valor, un hito que fue superado en 2022 con aproximadamente 3.000 millones de dólares.(