El crecimiento del año pasado en el país sudamericano obedece, por una parte, a un aumento de todos los componentes de la demanda. La formación bruta de capital fijo creció un 32,9%; el consumo privado se impulsó un 10,2%; las exportaciones crecieron un 9% y el consumo público lo hizo en un 7,8%.
Por el lado de la oferta, casi todos los sectores de actividad mostraron una recuperación interanual con excepción de agricultura, ganadería, caza y silvicultura, que retrocedió un 0,3%. Entre los mayores impulsos destacaron los incrementos de otras actividades de servicios comunitarias, sociales y personales (29,4%); construcción (27,1%) y hoteles y restaurantes (23,5%).
En lo que respecta al cuarto trimestre, la economía argentina creció un 8,6% interanual, impulsada tanto por el lado de la demanda como de la oferta.
En comparación con el tercer trimestre, la actividad económica creció un 1,5%, según datos del Indec, impulsada por el consumo y la inversión, en el lado de la demanda. De su lado, las exportaciones cayeron un 1,2% con respecto al trimestre precedente, mientras que las importaciones crecieron un 7%.