El dato positivo se produce después de la contracción del 9,9% observada en 2020 como consecuencia de la pandemia y sus efectos derivados sobre la economía, que llevaron al país sudamericano a su tercer año consecutivo de recesión.
En términos interanuales, el consumo privado y público se anotaron contracciones del 0,7% y del 0,5%, respectivamente; mientras que la inversión o formación bruta de capital fijo se anotó un repunte del 38,4%. En la balanza comercial, las exportaciones crecieron un 1,2% y las importaciones rebotaron un 18,8%.
En el lado de la oferta, entre enero y marzo de 2021 destacaron los aumentos de la construcción (21,3%) e industria manufacturera (11,4%). En contraposición, las actividades de hoteles y restaurantes cayeron un 35,5% como consecuencia de la pandemia.
Otras actividades en ‘números rojos’ fueron la explotación de minas y canteras (-5,7%); electricidad, gas y agua (-3,2%); transporte y comunicaciones (-10,6%); administración pública, defensa y planes de seguridad social (-4,6%); educación (-2,6%); servicios sociales y de salud (-0,9%); actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (-12,1%) y hogares privados con servicio doméstico (-9,6%).
Frente al cuarto trimestre de 2020, la economía argentina creció un 2,6% en términos desestacionalizados. El consumo privado creció un 2,9% y el público un 1,4%. Por su parte, la formación bruta de capital fijo repuntó un 6,1%. De su lado, las importaciones crecieron un 13,5% y las exportaciones rebotaron un 19,2%.