«Esta obra es fundamental para los próximos 25 a 30 años de Argentina», valoró la flamante ministra de Economía, Silvina Batakis, durante el acto formal de apertura de sobres con las ofertas.
En el día en que concluía la presentación de ofertas, la titular del Palacio de Hacienda consideró que el país necesita «una matriz productiva más diversa, más compleja y con una mejor potenciación a nivel del territorio» al destacar la importancia de la producción energética.
«La energía es el costo de los costos en materia empresaria; sin energía no hay posibilidad de generar puestos de trabajo, de que podamos tener radicación de empresas», señaló Batakis.
Las compañías o consorcios que mostraron su interés en realizar el gasoducto fueron las argentinas BTU, Transportadora de Gas del Sur (TGS) y Esuco.
También se presentaron como oferentes dos uniones transitorias de Empresas (UTE): Techint-Sacde y Víctor Contreras-Contreras Hermanos.
La licitación, encabezada por el presidente de Energía Argentina S.A. (Enarsa), Agustín Gerez, permitirá el desarrollo de una de las reservas mundiales de gas y petróleo no convencional, Vaca Muerta, situada en la provincia de Neuquén (suroeste).
«Un día antes de cumplirse el plazo de cinco meses, tenemos los estudios de impacto ambiental, hemos conseguido los caños en un estado de incertidumbre mundial por el conflicto bélico y hoy (por este viernes) culminamos todo el proceso administrativo y de contrataciones y sobrecumplidos los plazos que nos hemos propuesto desde el inicio», destacó.
El Gobierno argentino se comprometió a que la primera etapa del gasoducto entre en funcionamiento para el invierno de 2023.
El ducto tendrá una extensión de 563 kilómetros entre la localidad neuquina de Tratayén y el municipio de Salliqueló, en el oeste de la provincia de Buenos Aires (este).
La obra atravesará además las provincias de Río Negro (sur) y La Pampa (centro).
La Secretaría de Energía estima que la obra demandará unos 18 meses de trabajo y una inversión pública de más de 1.500 millones de dólares.
El gasoducto ampliará 25 por ciento la capacidad del sistema de transporte de gas natural argentino, según el organismo, al incrementar la capacidad de transporte en unos 24 millones de metros cúbicos diarios.
Esto supondría un ahorro fiscal de unos 1.000 millones de dólares anuales en subsidios.
El proceso de licitación, que se lanzó el 4 de junio, concluirá en agosto.