El Ministerio de Exteriores argentino ha subrayado en un comunicado que las maniobras ‘Cape Bayonet’ son «una injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de Naciones Unidas y de otros organismos internacionales» que piden una solución pacífica y definitiva a la disputa.
Así, el ministro de Exteriores, Felipe Solá, ha incidido en que «el Gobierno argentino reafirma una vez más su soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes que forman parte integrante del territorio nacional de Argentina».
Solá ha destacado que estos territorios están «ilegítimamente ocupados» y «son objeto de una disputa de soberanía reconocida por Naciones Unidas», por lo que ha reseñado que «se trata de una controversia de soberanía que debe ser resuelta de manera bilateral entre ambos países». En este sentido, ha mostrado la disposición de Buenos Aires «a reanudar las negociaciones».
Desde 1833 Argentina y Reino Unido mantienen una contienda territorial por la soberanía de Islas Malvinas y el espacio marítimo circundante que en 1982 llevó a la Junta Militar de Leopoldo Galtieri ha intentar recuperar la autoridad sobre las islas con una ofensiva contra Reino Unido, liderado por Margaret Thatcher en ese momento, que finalmente perdió y se saldó con la muerte de más de 900 personas en apenas dos meses de guerra.
