La compañía japonesa Toyota Motor Corp. ha anunciado su intención de instalar una planta de ensamblaje de vehículos en Ecuador. Las instalaciones comenzarían a operar a finales de 2012, y se uniría a una planta similar que la surcoreana Hyundai quiere construir, además de a las que ya existen de Chevrolet, Kia y Mazda. La compañía japonesa Toyota Motor Corp. ha anunciado su intención de instalar una planta de ensamblaje de vehículos en Ecuador. Las instalaciones comenzarían a operar a finales de 2012, y se uniría a una planta similar que la surcoreana Hyundai quiere construir, además de a las que ya existen de Chevrolet, Kia y Mazda.
Los técnicos de Toyota han visitado ya, según el diario El Comercio, el puerto de Manta, donde probablemente será situada la nueva planta de ensamblaje. Estos habrían mostrado su satisfacción por la ubicación del mismo, el segundo más importante de Ecuador. El país andino, así como el puerto, son propicios para empresas como las asiáticas, que venden sus automóviles principalmente en Asia.
Guillermo Morán, gerente la Autoridad Portuaria de Manta ha asegurado que “la proyección es montar una ensambladora de vehículos. Los inversionistas realizan estudios para determinar el sitio en el país donde podrían implantar el proyecto. No se descarta Manta.» Roberto Salazar, presidente de la APM, por su parte, da por seguro el proyecto. «Se decidieron por Manta, hay ventajas geográficas. Proyectan ingresar 200 contenedores mensuales con piezas y accesorios que se utilizan para ensamblar vehículos (…)», aseguró.
Mientras el plan se hace efectivo, Ecuador se encuentra a la espera de que la compañía surcoreana Hyundai haga lo propio. Ecuador cuenta ya con tres fábricas de ensamblaje de las marcas Chevrolet, Kia y Mazda cuya producción abastece el mercado de sus respectivos países pero que también tiene como destino países como Venezuela y Colombia.
Toyota, por su parte, ya cuenta en América Latina con plantas de ensamblaje en Venezuela, México, Brasil y Argentina. Ecuador se está promocionando como destino de inversión, por lo que aprobó en noviembre pasado un código de producción con el que espera recibir unos 6.000 millones de dólares en los próximos años.
