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Argentina espera aumentar las exportaciones a China para reducir su déficit comercial

El Gobierno argentino planea potenciar las exportaciones industriales a China con el fin de reducir el déficit comercial bilateral. La economía de la nación latinoamericana se ha visto afectada al comprar en países extranjeros, en este caso en el estado asiático, mucho más de lo que les venden. La ministra de Industria, Débora Giorgi, el titular de Agricultura, Julián Domínguez, y el canciller, Héctor Timerman, se reunieron con el vicecanciller de China, Zhang Zhijun, para acordar un mayor equilibrio en la relación comercial. El Gobierno argentino planea potenciar las exportaciones industriales a China con el fin de reducir el déficit comercial bilateral. La economía de la nación latinoamericana se ha visto afectada al comprar en países extranjeros, en este caso en el estado asiático, mucho más de lo que les venden. La ministra de Industria, Débora Giorgi, el titular de Agricultura, Julián Domínguez, y el canciller, Héctor Timerman, se reunieron con el vicecanciller de China, Zhang Zhijun, para acordar un mayor equilibrio en la relación comercial.

Débora Giorgi, la ministra de Industria, destacó en el encuentro el crecimiento del intercambio bilateral con China. No obstante, consideró que el comercio debe tender a un equilibrio tanto comercial como de trabajo agregado en el intercambio entre ambos países. Como en el caso de las licencias no automáticas de importación, el gobierno argentino apunta el arsenal de medidas de administración de comercio contra China.

Los expertos económicos siempre recomiendan estabilidad en la balanza de pagos, vender lo mismo que se compra. El déficit comercial puede crear inflación, lo que provoca debilidad en la divisa de ese país.

A diferencia de otros períodos históricos donde era la industria pesada, intensiva en la utilización de capital fijo, la que requería los mayores esfuerzos de protección industrial por la competencia de EEUU y Europa, en la actualidad a esa situación se suma que los sectores sensibles con fuerte impacto en el empleo sufren la presión importadora asiática. Como los costes laborales en países como China son muy bajos en comparación con los locales, los productos que ingresan al país tienden a desplazar del mercado local a las firmas nacionales. Frente a esa situación el tipo de cambio competitivo no alcanza, y el Gobierno instrumenta diversas medidas para cuidar el empleo, como las licencias no automáticas.

China es el segundo mayor proveedor de Argentina, con una cuota del 14% sobre el total de las importaciones. El año pasado el intercambio bilateral llegó a los 13.445 millones de dólares (9.673 millones de euros), con un déficit para Argentina de 1.853 millones de dólares (1.333 millones de euros). El Gobierno busca mejorar la balanza bilateral, para reducir la salida de dólares por la vía comercial y cuidar el superávit externo.

Para finales de este mes está prevista una nueva reunión bilateral. Allí Giorgi planteará la necesidad de que China le compre a Argentina un mayor volumen de artículos manufacturados.

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