Sectores del oficialismo trabajan para que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, consiga un tercer mandato. Al parecer, un grupo de diputados argentinos ha anunciado su intención de solicitar una reforma de la Constitución para eliminar el veto a la reelección indefinida de los presidentes, con el objetivo de garantizar la continuidad en el poder de la actual mandataria. No obstante, la integrante del Frente para la Victoria, Diana Conti, ha negado a través de un comunicado que se estudie esa posibilidad. Mientras, Fernández ha ofrecido este martes su cuarto y último informe de Gobierno ante el Congreso, en medio de versiones sobre su posible continuidad. Sectores del oficialismo trabajan para que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, consiga un tercer mandato. Al parecer, un grupo de diputados argentinos ha anunciado su intención de solicitar una reforma de la Constitución para eliminar el veto a la reelección indefinida de los presidentes, con el objetivo de garantizar la continuidad en el poder de la actual mandataria. No obstante, la integrante del Frente para la Victoria, Diana Conti, ha negado a través de un comunicado que se estudie esa posibilidad. Mientras, Fernández ha ofrecido este martes su cuarto y último informe de Gobierno ante el Congreso, en medio de versiones sobre su posible continuidad.
La presidenta todavía no ha confirmado oficialmente su intención de presentarse a las próximas elecciones el próximo 23 de octubre. Sin embargo, varios colaboradores cercanos ya la consideran la candidata natural del oficialista Frente para la Victoria.
La reforma de la Constitución argentina aprobada en 1994 habilitó la reelección sólo por un segundo mandato del presidente de la república. Este cambio permitió que el entonces mandatario peronista, Carlos Menem, accediera en 1995 a un segundo periodo.
La diputada oficialista Diana Conti sostuvo que «los sectores ultra K», de los que ella forma parte, ven con buenos ojos una futura «reforma constitucional» que permita a la mandataria lograr sucesivas reelecciones con vistas al referéndum de 2015. «Los sectores ultra K avizoramos el deseo de una reforma constitucional, porque quisiéramos una Cristina eterna», resumió Conti. No obstante, a las pocas horas de realizar estas declaraciones, la política emitió un comunicado en el que ha negado que el cambio de la Constitución tenga que ver con la reelección de la mandataria.
Por su parte, la oposición ha rechazado una eventual reforma en este sentido al considerar que no es prioritaria. «Reducir el debate de la reforma de la Constitución a la perpetuidad en el poder, es de muy bajo nivel y en todo caso desnuda la adicción al poder de los ‘kirchneristas'», dijo el senador radical Gerardo Morales.
Mientras, la presidenta Cristina Fernández, ha ofrecido este martes su cuarto y último informe de Gobierno ante el Congreso, en medio de versiones sobre una posible reelección. Como cada 1 de marzo desde 2008, Fernández irá al Congreso para inaugurar el periodo de sesiones y explicar el estado en el que se encuentra el país.
Sin Kirchner en la escena política, la popularidad se volcó hacia la presidenta, quien a ocho meses de las elecciones del 30 de octubre encabeza las encuestas, con una intención de voto que oscila entre el 40 y el 50%.
Ninguno de sus competidores alcanza el 20%, razón por la que hay presiones para que Fernández defina ya, públicamente, si buscará o no una reelección a la que tiene derecho constitucional.
Por eso es que, más allá de los datos que ofrezca este martes, cualquier palabra se interpretará como un guiño para saber si se postulará nuevamente.
