Los sindicatos de transporte de Bolivia han convocado una huelga nacional para el viernes, en la que exigen al Gobierno el reconocimiento a sus demandas de elevar el precio del billete. El máximo dirigente del sector, Franklin Durán, señaló que de no ser escuchados, ellos continuarán con su protesta de manera escalonada. Además, exigieron la desaparición de la Autoridad de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), ya que consideran que no cumple con la aprobación de los parámetros de las tarifas del transporte público. Los sindicatos de transporte de Bolivia han convocado una huelga nacional para el viernes, en la que exigen al Gobierno el reconocimiento a sus demandas de elevar el precio del billete. El máximo dirigente del sector, Franklin Durán, señaló que de no ser escuchados, ellos continuarán con su protesta de manera escalonada. Además, exigieron la desaparición de la Autoridad de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), ya que consideran que no cumple con la aprobación de los parámetros de las tarifas del transporte público.
Los líderes del gremio del transporte se ha reunido en la ciudad de Cochabamba, donde han informado que si no se produce avance en las gestiones antes del lunes, se hará una evaluación y declararán un paro de 72 horas. Los chóferes exigen importantes aumentos de tarifas que van del 30 al 50% en taxis, buses y minibuses, cuyos precios están, según los dirigentes, congelados desde hace 11 años. Para evitar el alza del precio del pasaje el Estado boliviano subvenciona desde hace muchos años el precio de los carburantes.
Franklin Durán, secretario ejecutivo de la Confederación de Chóferes de Bolivia, subrayó que en las ciudades de Cochabamba, Potosí y Oruro y Santa Cruz ya se incrementaron las tarifas y, en los próximos días, el resto de las federaciones de transportistas podrían aplicar el incremento, de aproximadamente 50 centavos. Además, aseguró que esta determinación no tiene nada que ver con una postura política del sector y sólo se trata de una exigencia justa que tienen como trabajadores del volante.
Por otra parte, Durán cuestionó el rol de la ATT en este conflicto y dijo que como gremio están solicitando su desaparición porque no cumple con la aprobación de los parámetros de la tarifas del transporte público.
La población, refleja el otro lado de la moneda. En Oruro, la Juntas Vecinales realizarán una marcha en rechazo a los intentos de incremento de pasajes y plantearán la puesta en vigencia del «transporte vecinal» un servicio que, según los dirigentes, romperá el monopolio del transporte sindicalizado.
El ministro de Obras Públicas, Walter Delgadillo, llamó a la población a resistirse a una subida inmediata de las tarifas y dijo que los chóferes tendrán otros beneficios, como la libre importación de repuestos, a condición de mantener congelados los precios.
Los aumentos unilaterales en las tarifas comenzaron después de que el presidente Evo Morales elevara en diciembre el precio de la gasolina hasta en un 83%, aunque luego dio marcha atrás. No obstante, los precios de los alimentos y del pasaje continuaron subiendo.
El Gobierno negocia ahora con la Central Obrera Boliviana (COB), la mayor sindical del país, un aumento de salarios. Las autoridades han planteado un aumento de salarios superior al 7% de la tasa de inflación de 2010.
