El Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, que ha intervenido hoy en el Fórum Europa celebrado en Madrid, ha explicado que la educación será el tema principal de la Cumbre Iberoamericana que se celebrará el 3 de diciembre en Argentina. Allí, según prevé Iglesias, se aprobará una inversión multilateral de 100.000 millones de dólares (78.000 millones de euros) que se desembolsará a lo largo de la próxima década, con el próposito de financiar el desarrollo de este objetivo estrátegico, cuyo cumplimiento resulta vital en el futuro del subcontinente. El Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, que ha intervenido hoy en el Fórum Europa celebrado en Madrid, ha explicado que la educación será el tema principal de la Cumbre Iberoamericana que se celebrará el 3 de diciembre en Argentina. Allí, según prevé Iglesias, se aprobará una inversión multilateral de 100.000 millones de dólares (78.000 millones de euros) que se desembolsará a lo largo de la próxima década, con el próposito de financiar el desarrollo de este objetivo estrátegico, cuyo cumplimiento resulta vital en el futuro del subcontinente.
Iglesias ha asegurado también que “el futuro de América Latina pasa principalmente por una mejora en la educación y en las infraestructuras, que son algo deficientes”. Bajo esta premisa, el Secretario General iberoamericano considera que “América Latina debe aprovechar la coyuntura económica para mejorar la educación. Este cambio educacional es necesario para cambiar el modelo económico del subcontinente”.
Para conseguirlo se espera la aprobación del programa de inversiones del que hablábamos al principio, que es viable porque son partidas que “en su mayoría están ya aprobadas por los estados. Además, al menos 12 grandes empresas de la región van a aportar también parte del dinero previsto y se buscará financiación en organismos supranacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)», añadió.
Fuentes próximas a la organización de la Cumbre han confirmado a este diario que otros tres temas marcarán las conversaciones y, todo parece indicar que tendrán recorrido. El ejemplo más claro sería la situación que vive Honduras desde que sufrió el Golpe de Estado en el que perdió su cargo el presidente Manuel Zelaya. Este país ni siquiera ha sido invitado a la Cumbre porque Argentina no reconoce a su nuevo Gobierno como legítimo depositario de la soberanía popular.
Existe división entre los mandatarios que consideran que el Gobierno de Porfirio Lobo posee legitimidad democrática y debe ser tratado como tal, y los que consideran que si se hiciera de esta manera se estaría dando pábulo a los militares para expulsar del gobierno a cualquier presidente para después convocar elecciones.
El segundo tema tiene que ver con una propuesta que lanzó Ecuador en la última Cumbre de 2009, en la que se exponía la necesidad de expulsar de las organizaciones internacionales iberoamericanas a los países antidemocráticos.
Pese a que en su momento tuvo una gran acogida, lo cierto es que ahora han surgido problemas relacionados con el plazo de suspensión a aplicar a quienes incumplan los estándares al respecto. Un capítulo que deberá volver a debatirse, antes de que la propuesta cristalice en algún tipo de resolución concreta.
Por último, continúa candente el conflicto fronterizo entre Costa Rica, el único país del mundo que no cuenta con ejército propio, y Nicaragua, que ha invadido una pequeña isla costarricense.
