Las reservas de gas de Argentina han caído a la mitad si se compara su volumen actual con el que había en el año 2000. Esta es, al menos, la advertencia que ha realizado el Instituto de La Energía “General Moscóni”, una entidad privada asociada con Universidades y empresas que realiza ha estudios relacionados con este sector, cuyos expertos aseguran que, con el actual ritmo de producción, este combustible se agotará en siete años y medio. Las reservas de gas de Argentina han caído a la mitad si se compara su volumen actual con el que había en el año 2000. Esta es, al menos, la advertencia que ha realizado el Instituto de La Energía “General Moscóni”, una entidad privada asociada con Universidades y empresas que realiza ha estudios relacionados con este sector, cuyos expertos aseguran que, con el actual ritmo de producción, este combustible se agotará en siete años y medio.
Estos analistas aseguran también que el volumen de reservas de gas registro una caída del 4,9% en el año 2009. El gas natural es el más utilizado por las industrias del país y por las familias para el uso doméstico por lo que este descenso supondrá que en esos siete años y medios, de los que hablabamos al principio, existirá una necesidad aún mayor de importar combustibles de otros países, lo que supondrá un mayor coste para Argentina.
Estas informaciones coinciden en el tiempo con el inicio del invierno en el país austral y con las reducciones y cortes del suministro de este combustible a las empresas con contratos que pueden se interrumpidos, decretadas por el Gobierno de Cristina Fernández, para asegurar el abastecimiento a la población ante el aumento de la demanda de las familias a causa de la ola de frío.
La presidenta de Argentina aseguró no hace mucho que el abastecimiento de gas estaba asegurado para el futuro, unas palabras que se ven matizadas por los nuevos datos aportados por la institución.
