En un comunicado, el ministerio afirmó que "la declaración del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre la soja brasileña muestra un desconocimiento total sobre el proceso de cultivo del producto importado por los franceses y lleva desinformación a sus compatriotas".
El ministerio resaltó que Brasil tiene una de las legislaciones ambientales "más rigurosas del mundo", que toda la producción nacional tiene control de origen y que por lo tanto "la soja brasileña no exporta deforestación".
El gobierno también quiso recordar que Brasil es el mayor productor y exportador de soja del mundo (abastece a más de 50 países) y que tiene dominio tecnológico "para doblar la actual producción con sostenibilidad", ya sea en las actuales zonas de cultivo o recuperando pastos degradados.
A pesar de los argumentos del ministerio, la gran mayoría de especialistas coinciden en afirmar que el cultivo de soja (junto con otros cultivos y la ganadería, principalmente) es uno de los principales factores que contribuyen a la deforestación de la Amazonía brasileña.