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Y llegó, por fin, la hora de la verdad, a días de los comicios, Colombia asiste a un final de bandera verde ,como asevera un inocultable admirador del deporte de los reyes, es así que los dos candidatos que cuentan con el beneplacito popular de ganar en primera vuelta Antanas Mockus y Juan Manuel Santos juegan sus ultimas fichas exponiendo sin dimes ni diretes sus discrepancias sobre los temas mas calientes de la actualidad colombiana, la lucha contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC, la situación de millones de campesinos desplazados por el conflicto interno, los parados,y de que manera atraer la inversión extranjera, en momentos en que las burbujas vuelven al ruedo.- Así el candidato del Partido Verde y ex alcalde de Bogota, convertido en un verdadero huracán,gracias a su rápido y repentino ascenso en las encuestas apuesta por quebrar la resistencia de las FARC de manera limpia, por que, afirma, el derecho internacional humanitario, lo permite.- El pupilo de Alvaro Uribe Velez, Juan Manuel Santos, reafirmó contundentemente que profundizará las políticas de su antecesor, que tan buen resultado han mostrado hasta el momento.- En lo economico, especificamente en el aumento de impuestos, la discrepancia continúa,mientras el candidato verde apuesta por una suba, el oficialista argumenta que una reforma fiscal generaría la consecuente inestabilidad interna y los inversores externos huirían espantados.- Sin embargo ambos defienden el liberalismo, y hoy por hoy a la politica de seguridad se le ha sumado la preocupación del ciudadano colombiano por la economía del país.- Colombia vive una pocas veces vista efervescencia política, alentada por una campaña electoral apasionante. A días de los comicios, Santos y Mockus aparecen empatados con una intención de voto que ronda el 34%, lejos de la mayoría absoluta necesaria para ganar en primera vuelta.Al momento las encuestas otorgan un leve predominio del candidato verde de caras a la segunda vuelta, que se celebrará el 20 de junio, sin embargo todo esto es por demás elástico, ya que los números son tan finos que cualquier situación puede inclinar la balanza hacia uno u otro cuartel politico.- Los apoyos restantes se los reparten otros cuatro candidatos que, por su solvencia, distan mucho de ser meros figurantes: la ex canciller Noemí Sanín, del Partido Conservador, y tres senadores de empaque: Gustavo Petro, del izquierdista Polo Democrático; Germán Vargas, de Cambio Radical, y Rafael Pardo, del Partido Liberal.- Sólo dos meses atrás se tenía por sentado que el presidente Álvaro Uribe se presentaría a un tercer mandato y que arrasaría de nuevo en las urnas (mantiene un 74% de popularidad después de ocho años en el cargo). Cuando la Corte Constitucional vetó la reelección, las miradas se dirigieron a su «heredero», Juan Manuel Santos, artífice de los golpes más audaces contra la narcoguerrilla de las FARC y garante de la continuidad de la exitosa política de Seguridad Democrática. Tan exitosa, que la inseguridad ya ha dejado de ser la primera preocupación ciudadana, ahora la economía juega en el primer lugar , cuyo crecimiento cayó al 0,4% en 2009, después de haber alcanzado el 7,5% dos años antes. Los colombianos afrontan una nueva etapa y miran adelante. Y en el horizonte se les ha aparecido Antanas Mockus, que se presenta como la antítesis del político tradicional. Lo es en cierta forma, como lo demostró en la alcaldía de Bogotá (1995-1998 y 2001-2003). Ahora Mockus, armado con un bolígrafo y la Constitución, hace hincapié en la educación y el respeto a la vida y a la ley. El discurso abstracto, y a veces contradictorio, de Mockus no siempre llega al colombiano de a pie, pero al mismo tiempo, su estilo deshinibido ha causado furor entre los jóvenes y en las redes sociales de Internet, ya hay algunos que hasta lo comparan con el mismisimo Obama Los candidatos defienden el liberalismo económico y la continuidad de la política de seguridad de Uribe. Pero Mockus propone la «legalidad democrática», poniendo el dedo en la llaga de algunos escándalos que han salpicado a la actual Administración, como los llamados falsos positivos (la ejecución extrajudicial de jóvenes marginales para hacerlos pasar por guerrilleros). Santos insiste en la «prosperidad democrática» y la lucha contra la pobreza, que a pesar de haberse reducido 11 puntos en los últimos años, todavía afecta al 45% de la población. Pues bien, la suerte del pueblo colombiano dependerá, como debe y será siempre de los mismos colombianos, esperemos que en la última jugada apuesten a ganador Y llegó, por fin, la hora de la verdad, a días de los comicios, Colombia asiste a un final de bandera verde ,como asevera un inocultable admirador del deporte de los reyes, es así que los dos candidatos que cuentan con el beneplacito popular de ganar en primera vuelta Antanas Mockus y Juan Manuel Santos juegan sus ultimas fichas exponiendo sin dimes ni diretes sus discrepancias sobre los temas mas calientes de la actualidad colombiana, la lucha contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC, la situación de millones de campesinos desplazados por el conflicto interno, los parados,y de que manera atraer la inversión extranjera, en momentos en que las burbujas vuelven al ruedo.

Así el candidato del Partido Verde y ex alcalde de Bogota, convertido en un verdadero huracán,gracias a su rápido y repentino ascenso en las encuestas apuesta por quebrar la resistencia de las FARC de manera limpia, por que, afirma, el derecho internacional humanitario, lo permite.

El pupilo de Alvaro Uribe Velez, Juan Manuel Santos, reafirmó contundentemente que profundizará las políticas de su antecesor, que tan buen resultado han mostrado hasta el momento.

En lo economico, especificamente en el aumento de impuestos, la discrepancia continúa,mientras el candidato verde apuesta por una suba, el oficialista argumenta que una reforma fiscal generaría la consecuente inestabilidad interna y los inversores externos huirían espantados.

Sin embargo ambos defienden el liberalismo, y hoy por hoy a la politica de seguridad se le ha sumado la preocupación del ciudadano colombiano por la economía del país.

Colombia vive una pocas veces vista efervescencia política, alentada por una campaña electoral apasionante. A días de los comicios, Santos y Mockus aparecen empatados con una intención de voto que ronda el 34%, lejos de la mayoría absoluta necesaria para ganar en primera vuelta.Al momento las encuestas otorgan un leve predominio del candidato verde de caras a la segunda vuelta, que se celebrará el 20 de junio, sin embargo todo esto es por demás elástico, ya que los números son tan finos que cualquier situación puede inclinar la balanza hacia uno u otro cuartel politico.

Los apoyos restantes se los reparten otros cuatro candidatos que, por su solvencia, distan mucho de ser meros figurantes: la ex canciller Noemí Sanín, del Partido Conservador, y tres senadores de empaque: Gustavo Petro, del izquierdista Polo Democrático; Germán Vargas, de Cambio Radical, y Rafael Pardo, del Partido Liberal.

Sólo dos meses atrás se tenía por sentado que el presidente Álvaro Uribe se presentaría a un tercer mandato y que arrasaría de nuevo en las urnas (mantiene un 74% de popularidad después de ocho años en el cargo). Cuando la Corte Constitucional vetó la reelección, las miradas se dirigieron a su «heredero», Juan Manuel Santos, artífice de los golpes más audaces contra la narcoguerrilla de las FARC y garante de la continuidad de la exitosa política de Seguridad Democrática.

Tan exitosa, que la inseguridad ya ha dejado de ser la primera preocupación ciudadana, ahora la economía juega en el primer lugar , cuyo crecimiento cayó al 0,4% en 2009, después de haber alcanzado el 7,5% dos años antes.

Los colombianos afrontan una nueva etapa y miran adelante. Y en el horizonte se les ha aparecido Antanas Mockus, que se presenta como la antítesis del político tradicional. Lo es en cierta forma, como lo demostró en la alcaldía de Bogotá (1995-1998 y 2001-2003).

Ahora Mockus, armado con un bolígrafo y la Constitución, hace hincapié en la educación y el respeto a la vida y a la ley.

El discurso abstracto, y a veces contradictorio, de Mockus no siempre llega al colombiano de a pie, pero al mismo tiempo, su estilo deshinibido ha causado furor entre los jóvenes y en las redes sociales de Internet, ya hay algunos que hasta lo comparan con el mismisimo Obama

Los candidatos defienden el liberalismo económico y la continuidad de la política de seguridad de Uribe. Pero Mockus propone la «legalidad democrática», poniendo el dedo en la llaga de algunos escándalos que han salpicado a la actual Administración, como los llamados falsos positivos (la ejecución extrajudicial de jóvenes marginales para hacerlos pasar por guerrilleros). Santos insiste en la «prosperidad democrática» y la lucha contra la pobreza, que a pesar de haberse reducido 11 puntos en los últimos años, todavía afecta al 45% de la población.

Pues bien, la suerte del pueblo colombiano dependerá, como debe y será siempre de los mismos colombianos, esperemos que en la última jugada apuesten a ganador

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