Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Coronavirus

Brasil supera las 105.000 muertes y registra una media diaria de 989 fallecidos por la COVID-19

Las autoridades han cifrado el balance total de contagios en 3.224.876, después de su mar 60.091 más este jueves.

Personal de enfermería muestra fotos de compañeros muertos durante la pandemia en Brasil

El Ministerio de Brasil ha confirmado este jueves el fallecimiento de 1.262 nuevas personas a causa de la COVID-19, por lo que son ya 105.463 los fallecidos, una media de 989 al día, desde que se inicio la crisis sanitaria en el país allá por el mes de marzo.

Las autoridades han cifrado el balance total de contagios en 3.224.876, después de su mar 60.091 más este jueves. Los recuperados de la enfermedad son ya 2.356.640.

Las cifras ofrecidas por el Gobierno de Jair Bolsonaro vuelven a diferir de las que han ofrecido un día más los principales medios de comunicación brasileños, aliados desde hace varios meses en la difusión de los datos sobre contagios y fallecidos diarios, después de que el Ministerio de Salud, por orden del presidente de Brasil, decidiera cambiar la metodología.

Bolsonaro siempre ha acusado a los medios de alarmar a la población con las cifras, es por ello que solicitó al Ministerio de Salud un cambio de modelo, que supuso separar las muertes ocurridas en las últimas 24 horas de aquellas que se produjeron en días anteriores, pero que no habían sido registradas hasta ese momento.

Las críticas hicieron retroceder a las autoridades pocos días después, pero el desfase entre las cifras del Gobierno y de la alianza de medios –en la que están presentes periódicos como ‘Estadao’ y ‘Folha de Sao Paulo’, o la red Globo– se ha mantenido desde entonces.

En esta ocasión, la alianza de medios, cuyo método consiste en recopilar los datos de las secretarias estatales de salud, ha informado de 59.147 nuevos contagios y 1.310 muertes, por lo que Brasil contaría con un total de 3.229.621 y 105.564 fallecidos.

Por otro lado, las autoridades del estado de Sao Paulo, el epicentro de la pandemia en Brasil, han anunciado que, siguiendo las directrices del Ministerio de Salud, comenzarán a incluir entre las cifras de fallecidos aquellas muertes confirmadas «bajo criterios de imagen clínica».

La guía de vigilancia del Gobierno de Brasil establece, han explicado las autoridades paulistas, que los casos y muertes de COVID-19 pueden ser confirmados a través de los «cambios típicos producidos por la COVID-19 en el organismo». Hasta el momento, el método se basaba en diagnósticos de laboratorio.

Esta modificación ha provocado un aumento de los casos y de los fallecidos a causa de la COVID-19 con respecto a días anteriores, batiendo incluso las mayores cifras que se habían contabilizado hasta el momento.

Así, tras el último cambio de metodología, el estado de Sao Paulo ha informado de 674.455 casos acumulados y 26.324 fallecidos.

SUPUESTAS IRREGULARIDADES EN LA COMPRA DE MATERIAL MÉDICO

En Sao Paulo también, el Tribunal de Cuentas del estado ha solicitado al secretario de Salud del Gobierno paulista, Jean Carlo Gorinchteyn, toda la información acerca de una compra de gel hidroalcohólico valorada en una 1,1 millones de reales (uno 175.000 euros).

La petición se ha producido después de que el consejero del Tribunal de Cuentas, Antonio Roque Citadini, presentara ante la Fiscalía un auto con el que se cuestionaba la compra de este material ante la sospecha de un posible sobrecoste que podría superar hasta el 78 por ciento de su valor original.

Citadini presentó un escrito en el que calificó de «extraño» el hecho de que la empresa contratada comercializara en su página web ese mismo producto por 13,99 reales (2,20 euros), mientras que en los presupuestos mostrados por las autoridades la cantidad era de 16,50 (2,60 euros).

No es la primera vez que Citadini pone en cuestión la compra de material médico por parte del Gobierno de Sao Paulo dirigido por Joao Doria, quien recientemente dio positivo en COVID-19, ya que, según han recordado medios locales, puso en duda la legalidad de la compra de una dotación de guantes quirúrgicos a una empresa por estar «por encima de su valor de mercado», lo que le costó al estado más de 9,1 millones de reales (1,4 millones de euros).

Más información

Scroll al inicio