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Coronavirus

Decenas de dimisiones en la sanidad nicaragüense por la gestión de la crisis del coronavirus

Obispos nicaragüenses reclaman verdaderos líderes ante la pandemia.

Daniel Ortega

Al menos 25 profesionales sanitarios de Nicaragua han renunciado y otros cuatro han sido despedidos en las últimas semanas tanto en hospitales públicos como privados por su disconformidad con la gestión de la crisis del coronavirus, según fuentes del sistema de salud consultadas por el diario nicaragüense ‘La Prensa’.

De acuerdo con este medio, el motivo de las dimisiones es que los casos sospechosos de coronavirus se están calificando con diagnósticos como «neumonía adquirida en la comunidad», lo cual dificultaría una gestión adecuada de la emergencia sanitaria.

Los profesionales de la salud también se han quejado de la falta de pruebas diagnósticas para pacientes y trabajadores y de la ausencia de medidas de protección para los empleados, lo cual habría motivado dimisiones y despidos.

«Te dicen que vayas a atender sin protección a pacientes que posiblemente están contagiados. Te van a enfermar también. Es como que si te mandan a la guerra, a la primera línea, sin un fusil ni municiones», ha denunciado el vicepresidente de la Unidad Médica Nicaragüense, Javier Núñez.

Núñez ha indicado que las dimisiones y los despidos debilitan aún más el sistema sanitario, que ya sufrió un duro golpe a raíz de las protestas de abril de 2018 contra el Gobierno de Daniel Ortega, cuando más de 400 profesionales de la salud fueron cesados por atender a los heridos, según la Unidad Médica Nicaragüense.

«Somos un sistema de salud extremadamente frágil y si le sumas que en esta pandemia hay una serie de trabajadores de la salud que están renunciando o siendo despedidos, obviamente dejas desprotegido el sistema de salud. ¿Esto a quién afecta? A la población en general», ha alertado Núñez.

El Gobierno de Ortega, que por el momento solo ha informado sobre 15 casos confirmados de coronavirus, entre ellos cinco muertos, está siendo muy cuestionado por su pasividad ante la emergencia sanitaria.

La semana pasada, la vicepresidenta del país y mujer de Ortega, Rosario Murillo, anunció la puesta en marcha de una campaña de información para concienciar a la población acerca de la importancia de mantener la distancia social, lavarse las manos o usar mascarilla para frenar la propagación del coronavirus.

Un colectivo de médicos independientes citado por ‘La Prensa’ ha criticado que la «campaña educativa ha sido extremadamente tímida, con el agravante de exponer a los profesionales de la salud al riesgo de infección, con modalidades que no han demostrado ninguna eficacia como las denominadas visitas casa a casa».

Ortega, que estuvo ausente varias semanas avivando con ello los rumores sobre su estado de salud, habló el viernes con motivo de la festividad del 1 de mayo para defender la gestión que ha hecho su Gobierno del coronavirus «sin caer en medidas extremas». Quienes defienden el confinamiento son «los mismos que quisieron hundir al país» en 2018, dijo.

MENSAJE A ORTEGA

En este contexto, los obispos Silvio Báez y Rolando Álvarez, ambos miembros de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, que fue un actor clave en la crisis política de hace dos años, reclamaron en sus homilías del domingo verdaderos líderes, según recoge ‘La Prensa’.

«Muchos se pueden llamar líderes, servidores públicos o pastores, pero si no caminan con el pueblo, si no sienten sus dolores y no participan de sus esperanzas, si no defienden su salud y su dignidad, son ladrones y salteadores», dijo Báez desde una iglesia de Florida, donde está pasando la cuarentena por el coronavirus.

En la misma línea se expresó Álvarez, obispo de Matagalpa. «El ideal de un buen líder es el que es capaz de respetar a un pueblo, el que sabe que no se puede tratar como objeto, no se puede tratar como cosa al pueblo. Hay que primero escuchar para luego servir. El verdadero líder sabe que es deudor del pueblo», sostuvo.

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