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Coronavirus

La ONU envía 90 toneladas de suministros a Venezuela para apoyar la respuesta frente al Covid-19

El coordinador humanitario de la ONU en Venezuela, Peter Grohmann, ha resaltado que es el "primer envío humanitario" que realiza Naciones Unidas.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, con una mascarilla

Varias agencias de Naciones Unidas han enviado a Venezuela un avión con 90 toneladas de suministros sanitarios, agua, higiene y educación cuya llegada está prevista para este miércoles al país y que busca apoyar los esfuerzos que están realizando las autoridades frente a la pandemia de coronavirus.

El coordinador humanitario de la ONU en Venezuela, Peter Grohmann, ha resaltado que es el «primer envío humanitario» que realiza Naciones Unidas «en apoyo a la respuesta del brote de Covid-19 en Venezuela».

La ayuda, ha precisado, es un «esfuerzo conjunto» del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), la Organizacion Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Población de la ONU (UNFPA) que incluye suministros vitales para ser distribuidos en los centros de salud y en las comunidades más vulnerables».

El envío, según ha explicado la ONU en un comunicado, incluye 28.000 equipos de protección personal para los trabajadores sanitarios de primera línea, concentradores de oxígeno, camas pediátricas, productos para el control de la calidad del agua y kits de higiene, entre otros.

«Estos suministros para niños, mujeres y familias apoyarán en una fase inicial a 14 hospitales designados para la respuesta a la Covid-19, así como 50 clínicas ambulatorias y centros de desarrollo infantil», ha aclarado la representante de UNICEF en Venezuela, Herve Ludovic de Lys.

Los suministros han sido financiados por la comunidad internacional de donantes, el Fondo Central de Respuesta a Emergencia de Naciones Unidas (CERF en inglés) y fondos propios de las agencias ONU.

VENEZUELA, UN PAÍS VULNERABLE

En una entrevista concedida a Europa Press el fin de semana, el coordinador humanitario adjunto y jefe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en el país, Samir Elhawary, había reconocido que Venezuela es «un país vulnerable frente al Covid-19, por la situación regional, donde hay un número creciente de casos, incluyendo en países vecinos con largas fronteras, y por desafíos en la capacidad del sistema de salud de enfrentar una pandemia».

Asimismo, había reconocido que las medidas adoptadas por el Gobierno para contener la propagación de la pandemia, incluido el distanciamiento y la cuarentena social preventiva, «han creado retos para la continuidad de las operaciones humanitarias» que ya se venían realizando en el país.

Según la ONU, como resultado de la crisis política, económica y social que atraviesa en los últimos años Venezuela, 7 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, incluidos 3,2 millones de niños, mientras que casi 5 millones de venezolanos han abandonado el país, la mayoría de los cuales se encuentran en los países de la región.

«Algunos actores humanitarios en el terreno han reducido operaciones para minimizar riesgos de contagio al personal y a los beneficiarios. Otras organizaciones continúan con las actividades, pero con nuevos protocolos y con algunos retos logísticos y de acceso debido a la cuarentena social», explicó.

Otro factor que también está influyendo en la respuesta, tanto humanitaria como contra el Covid-19, es que «hay mayor escasez de combustible en el país, incluyendo en la capital» lo cual obliga a trabajar con el Gobierno para «para priorizar el abastecimiento para los actores y sectores que están respondiendo a la emergencia sanitaria».

«En estos tiempo desafiantes a nivel global, Naciones Unidas y socios humanitarios estamos decididos a mantener nuestra labor crucial de salvar vidas», aseguró. En el marco del Plan Global de Respuesta Humanitaria para Covid-19 de 2.000 millones solicitado por la ONU, para Venezuela se han pedido 61 millones de dólares para responder en 16 hospitales y en comunidades en diez estados priorizados en una primera fase.

No obstante, «el desafío principal para poder responder a las necesidades más urgentes es la falta de recursos», reconoció, reclamando el apoyo de los donantes tanto al plan contra el coronavirus como para el Plan de Respuesta Humanitaria ya existente, «esencial para asegurar la continuidad de otros programas críticos, como la seguridad alimentaria y la nutrición, que son aún más necesarios por los impactos socioeconómicos asociados al Covid-19».

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