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Crisis en Venezuela

Estados Unidos propone una transición de emergencia en Venezuela sin Maduro ni Guaidó al frente

Washington proponer crear un gobierno de transición integrado por diputados opositores y 'chavistas' Maduro desaparecería del mapa político, pero Guaidó seguiría como jefe del Parlamento hasta culminar la transición.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro

El Gobierno de Estados Unidos ha propuesto este martes un Marco para la Transición Democrática para Venezuela que plantea por primera vez no solo descartar al actual presidente, Nicolás Maduro, sino también al jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, con el objetivo de que pueda haber avances a corto plazo.

El enviado especial de Estados Unidos para la crisis de Venezuela, Elliott Abrams, ha publicado un artículo de opinión en el ‘Wall Street Journal’ en el que adelanta esta propuesta, con el objetivo de que Venezuela pueda superar el atolladero político en un momento clave por la expansión del coronavirus.

«Hoy anunciamos un Marco para la Transición Democrática en Venezuela para ayudar a los venezolanos a escapar de la crisis nacional que la actual caída de los precios del petróleo y el coronavirus han profundizado», dice el emisario norteamericano.

Abrams propone que Maduro, «que se aferra al poder», y Guaidó, «presidente interino», «se hagan a un lado para que los miembros electos de la Asamblea Nacional de ambas partes (‘chavismo’ y oposición) puedan crear un Consejo de Estado que sirva como gobierno de transición» con el objetivo de celebrar «elecciones presidenciales libres».

El emisario de Washington esgrime que «Maduro no es de fiar», así que «establecer el Consejo de Estado es un paso esencial» para que los venezolanos puedan acudir a las urnas de forma democrática.

La propuesta estadounidense implica que, si bien ni Maduro ni Guaidó estarían en ese gobierno de transición, el líder opositor sí mantendría el cargo de presidente de la Asamblea Nacional hasta la celebración de elecciones parlamentarias, que deberían tener lugar hacia final de año, y de los comicios presidenciales.

El enviado especial sostiene que «Estados Unidos no apoya a ningún partido político en concreto en Venezuela», por lo que asegura que la Administración de Donald Trump reconocerá los resultados de las elecciones presidenciales siempre que sean «libres», «sin importar el partido que gane».

«Nosotros apoyamos una vuelta a la democracia y creemos que cada partido, incluido el partido del régimen, el PSUV, debe poder competir en condiciones de igualdad en unas elecciones libres. A lo que nos oponemos es al abuso del poder estatal que permite a un solo partido gobernar indefinidamente», defiende.

No obstante, Abrams subraya que «la democracia no va solamente de elecciones», de modo que reclama también un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) y un nuevo Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ambos de carácter «independiente», así como «una prensa libre e independiente».

Asimismo, exige «el fin de los injustos procesos que han llevado a decenas de miembros del Parlamento al exilio, a cuatro a prisión e impedido a muchos más competir por el cargo, incluido Guaidó.

EL ROL DE LOS MILITARES

Abrams apela a los militares –pilar del ‘chavismo’, primero con el propio Hugo Chávez y ahora con Maduro– porque «jugarán un rol esencial en llevar un cambio pacífico y dar forma al futuro de Venezuela».

El enviado especial recuerda que «los soldados venezolanos, al igual que los agentes de Policía, están sufriendo como los civiles» porque «apenas se pueden permitir alimentar a sus familias y no se pueden permitir cuidados médicos o medicamentos».

A ello suma que «Venezuela se enfrenta a un gran desafío de seguridad por los narcotraficantes, los grupos terroristas y las bandas criminales y necesita unas fuerzas de seguridad que estén mejor pagadas, entrenadas y equipadas para asegurar las fronteras de la nación y mantener la paz».

«Los militares y policías deben abandonar el papel que el régimen de Maduro les ha diseñado para llevar a cabo la represión del pueblo venezolano» y deben «apoyar el Marco para la Transición Democrática, demanda.

Para empezar, les urge a «expulsar a los agentes de la Inteligencia cubana que les espían a ellos y a todos los ciudadanos y son el verdadero escudo del régimen» de Maduro.

LAS SANCIONES

Por otro lado, se refiere a las sanciones dictadas por Estados Unidos contra Maduro y sus colaboradores, que la semana pasada evolucionaron directamente a una imputación penal contra el mandatario bolivariano y otros 14 ‘chavistas’ por «narcoterrorismo».

Abrams defiende que «la presión estadounidense no ha privado a los venezolanos de comida o medicamentos», tal y como argumenta Miraflores, esgrimiendo que su objetivo es «probar al régimen de los ingresos que usa para la represión o para robar a través de una vasta corrupción para forzarle a celebrar elecciones presidenciales».

En este «nuevo camino hacia la democracia venezolana», el representante de la Casa Blanca afirma que Estados Unidos está dispuesto a «trabajar con todos los venezolanos y con otras naciones y levantar las sanciones cuando se den las condiciones necesarias», esto es, unas elecciones presidenciales «libres» y «el fin de la brutalidad y la represión».

«Esperamos el día en que se hayan celebrado elecciones, haya un nuevo gobierno democrático y las sanciones puedan retirarse», declara, pero «hasta que este objetivo se haya alcanzado, nuestra presión aumentará», advierte.

Abrams asevera que Estados Unidos está deseando restaurar la relación con Venezuela, entre otras cosas, para «ayudar a los migrantes y refugiados venezolanos que se han visto desplazados por la crisis a volver a su querido país.

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