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Trabajadores latinos en Las Vegas, la apuesta del Partido Demócrata

Los candidatos buscan ganar el favor de croupiers, camareros, bármanes y mucamas, en su mayoría de origen latino.

Las Vegas

No está nada dicho aún en la carrera por la investidura demócrata, cuyo gran premio final es un boleto directo a la contienda electoral de noviembre para intentar derrotar a Donald Trump.

En medio de ese clima, los aspirantes demócratas a la Casa Blanca convergen por estos días en el Strip de Las Vegas, el corazón de la llamada ciudad del pecado, donde a diario se pierden y ganan fortunas.

Pero más que una buena racha sobre el paño verde, los candidatos buscan ganar el favor de croupiers, camareros, bármanes y mucamas, en su mayoría de origen latino, que podrían definir al ganador en Nevada, donde se realizarán asambleas electorales el próximo sábado.

Esta tercera parada en la carrera por la nominación demócrata, después de Iowa y New Hampshire, encontró a candidatos como Joe Biden, Elizabeth Warren y Pete Buttigieg acompañando esta semana una ruidosa protesta fuera del Palms Casino, propiedad de los multimillonarios hermanos Fertitta, conocidos por apoyar a Trump y sus políticas antisindicato.

«Esta es una ciudad de sindicatos, y que estos tipos puedan hacer lo que están haciendo es una idea absolutamente escandalosa», dijo Biden, en medio de manifestantes vestidos como mozos y cocineros, que bailaban al son de una música a todo volumen.

Las Vegas es por lejos el mayor centro urbano de este estado de tres millones de habitantes, fronterizo con California en la costa oeste de los Estados Unidos, donde buena parte de la fuerza laboral, unos 60.000 asalariados, está afiliada al influyente Sindicato de Trabajadores Culinarios.

Por eso no resulta sorprendente que tantos líderes demócratas hagan acto de presencia en este afamado centro de entretenimiento, conocido por sus extravagantes y ampulosos casinos.

Los miembros de ese sindicato abarcan 178 nacionalidades y 40 idiomas, una diversidad que es exactamente lo que la alicaída campaña de Biden necesita para enderezarse y lo que el candidato revelación Buttigieg quiere sumar tras su exitosa votación en estados predominantemente blancos.

«Desde el centro hasta el (hotel casino) Mandalay Bay, representamos a cocineros, porteros de casino, preparadores de cócteles, bármanes», dijo el trabajado sindicalizado José Ribera, de 64 años. «Si (los candidatos) son nuestros amigos vendrán. Si no, no vendrán», agregó.

Amenazas a líderes mujeres

Dos candidatos, sin embargo, brillaron por su ausencia: el actual favorito, Bernie Sanders, y el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, quien no participará de los caucus en Nevada.

Sanders por lo general ha gozado del apoyo entre la comunidad latina, que en Nevada representa el 29% de la población.

Pero un cuadro comparativo de las políticas de los candidatos que el sindicato culinario publicó esta semana le restó popularidad entre sus miembros, por su proyecto de cobertura universal, que supone una amenaza para los beneficios de salud que este movimiento de trabajadores ha logrado tras años de negociación.

«Si (por apoyar a Sanders) tenemos que perder nuestro seguro (de salud), por el que tuvimos que pelear durante 85 años, es demasiado», dijo Ribera.

Tras la divulgación de ese cuadro, destacadas líderes del sindicato fueron atacadas mediante mensajes a sus teléfonos y en sus redes sociales, que atribuyeron a seguidores del senador de Vermont.

Quienes enviaron esos mensajes eran «seguidores del senador Sanders», dijo la AFP, Geoconda Arguello-Kline, la secretaria tesorera del Sindicato de los Trabajadores Culinarios, que describió los mensajes como «amenazas físicas, prácticamente».

El propio Sanders condenó los ataques, pero Argüello-Kline, quien nació en Nicaragua, dijo que la respuesta había sido insuficiente.

Bloomberg «irrespetuoso»

Muchos de los manifestantes que hablaron con la AFP consideraron poco feliz la ausencia del multimillonario Bloomberg en Nevada.

«Es irrespetuoso hacia nosotros y hacia los otros candidatos», dijo el pastor Sylvester Rogers, de 79 años.

«Debería estar en la carrera desde el comienzo, como cada uno de los otros candidatos. Él debe ver cómo son nuestras comunidades».

A pesar de no participar en las asambleas electorales de Nevada, la elevada inversión publicitaria de Bloomberg, estimada en 300 millones de dólares, ha alimentado un despegue de la intención de voto a nivel nacional, ubicándose en tercer lugar después de Sanders y Biden según el más reciente promedio de RealClearPolitics.

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