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Pesca

Se reanudan las negociaciones sobre el futuro del atún patudo en el Atlántico

"Las reservas de patudo están muy mal", confirma Daniel Gaertner, investigador del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD).

Atún patudo

La protección del atún patudo en el Atlántico por parte del sector pesquero centrará la reunión internacional que se abre este lunes en España tras el fracaso del año pasado y en un contexto de creciente preocupación por el futuro de los océanos.

La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, por sus siglas en inglés) se reúne en Palma de Mallorca hasta el 25 de noviembre. Reagrupa a unos 50 Estados que pescan en el Atlántico y el Mediterráneo.

Basándose en datos científicos y con el apoyo de ONG, la ICCAT fija niveles de pesca para especies como el atún, el bonito, el espadón y los tiburones.

Tras haber logrado restablecer las reservas de atún rojo gracias a una drástica reducción de las cuotas a finales de los años 2000, científicos y ONG esperan ahora que se logre lo propio con el atún patudo.

En efecto, el Thunnus obesus o patudo, apreciado en conserva y en sashimi, es víctima de la sobrepesca y de una gran mortalidad entre los jóvenes especímenes.

«Las reservas de patudo están muy mal», confirma Daniel Gaertner, investigador del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) y uno de los científicos encargados de evaluar su estado.

Pero los miembros de la ICCAT no lograron ponerse de acuerdo en 2018 en Drubrovnik (Croacia) sobre una reducción de las cuotas ni sobre la idea de incluir en ellas a nuevos países.

La cuota actual de 65.000 toneladas solo concierne los principales pescadores en el Atlántico, entre estos Japón y la UE. Los otros escapan a estos límites. Resultado: en 2017, el total de capturas rozó las 80.000 toneladas, un nivel que conduce a la sobreexplotación.

En Palma de Mallorca, se examinará una propuesta que pretende reducir la cuota entre 57.500 y 60.000 toneladas hasta 2022. Los países que pescaron un promedio de más de 1.250 toneladas de atún patudo anual entre 2014 y 2018 también podrían quedar sujetos a un límite.

Brasil, Panamá, Belice, Curaçao, Senegal, Cabo Verde y Ghana podrían a la vez ser sometidos a cuotas.

– Cambio climático –

«Una cuota de 60.000 toneladas sería demasiado elevada» y supondría «un periodo de restablecimiento demasiado largo», indicó a la AFP Grantly Galland, experto de la ONG Pew Charitable Trusts, que milita por un límite a 50.000.

También se debatirá la pesca de especies como el atún claro, que por primera vez fue objeto de una evaluación científica, y de tiburones.

En el primer caso, la cuota «anual para 2020 y los años posteriores del programa plurianual se eleva a 110.000 toneladas (…) y así deberá permanecer», recomienda la Comisión.

WWF es partidaria de prohibir algunas zonas a la pesca durante periodos determinados para reducir las capturas de atunes patudos y atunes naturales jóvenes.

Para la IPNLF, asociación que apoya a los pequeños pescadores con cañas, las medidas tomadas deberán tener en cuenta «los derechos especiales de los Estados costeros en desarrollo».

En cuanto a los tiburones, un texto defendido principalmente por Senegal recomienda que «los makos sean liberados, muertos o vivos».

Esta especie, la más rápida entre los tiburones y en peligro a nivel mundial debido a la sobrepesca, se beneficia desde hace unos meses de la protección de la CITES, que fija las reglas del comercio internacional de más de 35.000 especies de fauna y flora salvajes.

La reunión tendrá lugar varias semanas después de la publicación de un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU sobre los océanos. El IPCC advirtió de que además de la sobrepesca, el calentamiento de los océanos y su impacto en las especies que los habitan obligará a la reducción de las cuotas.

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