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"Las actuaciones en salud pública deben ser equilibradas y siguiendo un rigor científico en función de la evidencia". "No se trata de clausurar o no clausurar instalaciones de riesgo sino de actuar sobre ellas con rigor científico".

Expertos piden más medidas de prevención contra la Legionella

Desde el descubrimiento del primer brote de la enfermedad de la Legionella o legionelosis hace 40 años, los científicos han trabajado para que se apliquen los sistemas de control más idóneos en los sistemas de agua.

Legionella

Desde el descubrimiento del primer brote de la enfermedad de la Legionella o legionelosis hace 40 años, los científicos han trabajado para que se apliquen los sistemas de control más idóneos en los sistemas de agua. Aún hoy, esta enfermedad es una de las principales causas de las neumonías graves. Por este motivo, consideran fundamental que se desarrollen nuevas políticas que incidan en la prevención. «El conocimiento sobre los nichos ecológicos de la Legionella se ha ampliado. La implementación de nuevas tecnologías para estudiar la población microbiana en los sistemas de agua parece ser bastante prometedora, lo que permitirá entender mejor la supervivencia de esta bacteria en el medio ambiente». Así lo ha explicado esta mañana el doctor Manuel Segovia, jefe del servicio de microbiología del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia y coordinador de la jornada que sobre ‘Legionella y legionelosis: virulencia, aspectos clínicos y su control’ se celebra hoy en la Fundación Ramón Areces. «Es necesario adoptar diferentes procedimientos de desinfección, teniendo en cuenta que cada instalación tiene su propia idiosincrasia», ha añadido.

En esta jornada, científicos de primer nivel están poniendo en común sus avances contra la enfermedad. Entre los ponentes, Janet E. Stout, presidenta del Special Pathogens Laboratory de la Universidad de Pittsburgh, ha recordado cómo «la enfermedad de los legionarios sigue siendo una amenaza mundial para la salud pública». Ha reconocido que el objetivo de su equipo es erradicar esta enfermedad que ha provocado el hombre, lo que ha considerado «un reto asumible».

La bacteria Legionella causa neumonía en todos los grupos de edad, pero especialmente en los ancianos. Las distintas especies de Legionella también causan neumonía adquirida y en el 30% de los casos resulta mortal. Las torres y generadores de aire acondicionado siguen siendo el origen de entre el 20 y el 30% de los casos en todo el mundo. Para Janet Stout, «la solución pasa por controlar el crecimiento y la propagación de esta bacteria transmitida por el agua. Dado que el agua es la fuente, si podemos controlar la bacteria Legionella en la fuente, controlamos el riesgo de enfermedad. La prueba de protección significa aplicar una estrategia proactiva buscando Legionella en el agua antes de que se detecte la enfermedad. Los estudios demuestran que este enfoque es la clave para la prevención», ha explicado esta investigadora de la Universidad de Pittsburgh.

Criterio científico

Pese a estas cuatro décadas de trabajo, los expertos coinciden a la hora de exigir mayores medidas que incidan en la prevención de los focos de esta enfermedad. Herme Vanaclocha, de la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat Valenciana, ha propuesto que «la acción en salud pública debe ser equilibrada en función de la evidencia resultante de la investigación». «No se trata de clausurar o de no clausurar instalaciones de riesgo, sino de actuar sobre ellas con rigor científico». Vanaclocha ha propuesto adecuar las acciones que actualmente ejerce la Administración al desarrollo tecnológico. «Es necesario disponer de unos sistemas de vigilancia epidemiológica y ambiental de calidad ya que la detección precoz es clave para una gestión eficiente de los brotes epidémicos», ha añadido.

El doctor Mohamed Shaheen, de la Universidad de Alberta (Canadá), ha explicado en esta jornada organizada por la Fundación Ramón Areces que «una comprensión más matizada de la ecología microbiana del agua potable sería útil para desarrollar mejores herramientas de monitorización de la calidad del agua mediante la identificación de otros objetivos, cambios en la población microbiana y condiciones favorables para el crecimiento de los patógenos».

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