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Trasladan su malestar al presidente de Venezuela por los retrasos en los envíos de petróleo

China y Rusia reclaman más crudo a Maduro

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela

Una delegación china y el jefe de la petrolera rusa Rosneft, Igor Sechin, se habrían desplazado a Caracas la pasada semana con el objetivo de trasladar su malestar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por los retrasos en los envíos de crudo.

Una delegación china y el jefe de la petrolera rusa Rosneft, Igor Sechin, se habrían desplazado a Caracas la pasada semana con el objetivo de trasladar su malestar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por los retrasos en los envíos de crudo diseñados para pagar los préstamos que les adeuda el país sudamericano, según ha desvelado Reuters.

Unas visitas de las que no se ha informada públicamente precisamente porque serían una señal clara de que la tensión con el Ejecutivo de Maduro ha llegado ya a dos de sus acreedores clave, así como los únicos gran aliados que le quedan en la esfera internacional. 
 
Y es que, según los cálculos de Reuters, el Gobierno ruso y Rosneft han entregado al menos 17.000 millones de dólares en préstamos y líneas de crédito a Caracas desde 2006, a cambio del pago de esas deudas con petróleo; pero la consabida crisis de la industria petrolera venezolan está suponiendo el incumplimiento de dichas obligaciones.
 
Así, según desvela la agencia internacional de noticias, Sechin y una gran delegación de ejecutivos de Rosfnet se habrían reunido con funcionarios de Pdvsa en un hotel de Caracas, y posteriormente con Maduro. 
 
En dichas reuniones, según una fuente con conocimiento de las conversaciones citada por Reuters,  Sechin se habría quejado de que Venezuela «estaba cumpliendo con sus obligaciones con China, pero no con ellos». 
 
Sechin incluso habría entregado gráficos a Maduro sobre los envíos de petróleo a entidades rusas en comparación con China, que demostrarían que la compañía con sede en Caracas habría entregado alrededor de 463.500 bpd a las firmas chinas entre enero y agosto, una tasa de cumplimiento de aproximadamente el 60%; frente a los alrededor de 176,680 bpd a entidades rusas, una tasa de cumplimiento del 40%. 
 
Sin embargo, el hecho de que, según esas mismas fuentes, una delegación china también acudiese a Caracas la pasada semana, apunta a que también el gigante asiático estaría estudiando medidas ante una situación que le resulta insatisfactoria.     

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