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El resultado supondría interrumpir un proyecto cuyo coste es ya de unos 15.000 millones

Caída de los mercados, ante el no mexicano al nuevo aeropuerto

Bandera de México

Organizaciones empresariales y otros grupos de presión del país azteca piden a AMLO que reconsidere su compromiso de tener en cuenta el resultado de la consulta popular y que siga adelante con un proyecto cuyo coste se proyecta ya en unos 15.000 millones de dólares.

Tanto la bolsa de valores como el peso mexicano han comenzado la jornada con caídas de cerca del 1% y el 1,5%, repectivamente; tras conocerse los resultados de la consulta en torno al multimillonario proyecto del Nuevo Aeropuerto internacional de México, ubicado sobre el lago Texcoco y cuyo coste proyectado había ascendido ya hasta unos 15.000 millones de dólares, desde un presupuesto inicial de 12.500.

Y es que si, como se comprometió, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tiene en cuenta los resultados de este referéndum, ello implica que las obras de la nueva infraestructura habrán de suspenderse pese a que ya se ha construído más del 30% de un proyecto que comenzó a ejecutarse en 2015.

En su lugar, más de dos tercios de los votantes que han participado en la citada consulta se han pronunciado a favor de la alternativa de reacondicionar el actual aeropuerto de Ciudad de México y el de Toluca, en el Estado de México; así como de abrir dos pistas en la base militar de Santa Lucía, a 50 kilómetros de la capital mexicana.

Sin embargo, organizaciones empresariales y otros grupos de presión del país azteca creen que éste resultado no ha de ser vinculante y piden a AMLO que reconsidere su compromiso previo arguyendo que en la consulta apenas ha votado un 1% de la población del país y que, en la misma, tan sólo fueron instaladas 1.073 mesas de votación en 538 municipios de los 2.463 que tiene el país.

Además, por su falta de encaje dentro de la normatividad mexicana, todo el proceso se desarrolló como una consulta informal organizada por sectores de la propia plataforma electoral de AMLO y, por tanto, sin la participación del Instituto Nacional Electoral, la autoridad encargada de organizar los comicios federales. 

Pese a ello, esta petición de los sectores empresariales, al menos por el momento, no tiene visos de prosperar. De hecho, desde el equipo de AMLO, su portavoz, Jesús Ramírez, se ha limitado a garantizar los derechos y los contratos «establecidos en la obra actual» y a asegurar que no se verá afectado ningún interés económico. 

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