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El Gobierno cubano aumenta las restricciones sobre dichas operaciones

El Mintur toma el control de la compraventa de casas en Cuba

La Habana

El Gobierno cubano ha aumentado las restricciones para la «permuta, donación, compraventa y construcción de viviendas» en «zonas de alta significación para el turismo».

El Gobierno cubano ha aumentado las restricciones para la «permuta, donación, compraventa y construcción de viviendas» en «zonas de alta significación para el turismo». De esta forma, a partir de ahora, antes de pasar a la Dirección de Vivienda, dicho trámites deberán ser autorizados en primer lugar por el Ministerio de Turismo (Mintur) de Cuba.

El papel central que las nuevas normas, ya publicadas en la Gaceta Oficial de la República, otorgan al Mintur se explica por la pretensión de que las nuevas solicitudes de permutas, proyectos de compraventa y construcción «no impliquen incremento poblacional ni de nuevos propietarios» ni «afecten los programas de desarrollo turístico».

Por ello, el primer pronunciamiento favorable deberá venir del delegado del Ministerio de Turismo correspondiente a la zona. Y es que desde que en noviembre de 2011, el Gobierno cubano autorizase por primera vez en 50 años la compraventa particular de viviendas, la situación se ha vuelto crítica en las grandes ciudades de la Isla como La Habana o Santiago de Cuba.

El incremento de estas operaciones ha coincidido con el auge turístico que ha experimentado el país caribeño en los últimos años y, en gran parte de ellas, son ciudadanos extranjeros los que pagan a testaferros cubanos para sortear la prohibición que existe sobre los no nacionales de comprar viviendas en Cuba. De esta forma, la escasez de vivienda es hoy uno de los problemas sociales más destacados de la Isla.

A finales de 2016, según los datos oficiales disponbiles, se estima que existía un déficit superior a 880.000 hogares en todo el país. Además, las autoridades cubanas consideran que existe el riesgo de perder el equilibrio entre la población residente y los turistas en los grandes centros de atracción de visitantes internacionales y con ello desincentivar el turismo, su principal fuente de divisas tras la prestación de servicios profesionales.

Por ello, está nueva medida está contemplada en gran medida para que territorios como el balneario de Varadero y los municipios de Centro Habana y Habana Vieja consigan preservar su identidad y se evite también la especulación inmobiliaria y las ventas a precios exorbitantes en las zonas patrimoniales.

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