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En medio de una crisis de producción que arroja las peores cifras en 50 años

Venezuela valora recurrir por primera vez al petróleo extranjero

Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA)

En medio de una crisis de producción que en las últimas horas ya había llevado a la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) a anunciar las suspensión de las entregas del preciado oro negro a cerca de la mitad de los países del Caribe con los que mantenia el acuerdo Petrocaribe.

En medio de una crisis de producción que en las últimas horas ha llevado a la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) a anunciar las suspensión de las entregas del preciado oro negro y de sus derivados a cerca de la mitad de los países del Caribe con los que mantenia el acuerdo Petrocaribe; el Gobierno de Nicolás Maduro estaría valorando que el país sudamericano recurra, por primera vez en su historia, al procesamiento a partir de crudo extranjero.

Una situación excepcional ya que Venezuela, país miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuyos 14 países miembro son responsables del 43% de la producción mundial de petróleo y del 81% de las reservas mundiales, nunca antes ha importado crudo extranjero para sus refinerías nacionales, aunque si lo hubiese hecho para las que mantenía en el Caribe o para abastecer a aliados como Cuba.

Pero, ahora, esta medida excepcional sería poco menos que obligada después de que, según las cifras que el mismo Gobierno venezolano ha presentado ante la OPEP, en mayo, el país presidido por Nicolás Maduro produjese tan sólo 1,53 millones de barrilles de petróleo de crudo al día. Un resultado reconocido tan bajo que ha llevado a los analistas a deducir que la realidad estaría cerca del peor registro desde la década de 1950.

Además, PDVSA se ha visto obligada a reducir significativamente sus exportaciones de combustible en los últimos años debido a la falta de crudos ligeros para refinar, a la escasez de componentes de repuesto y falta de mantenimiento en las refinerías, y a los problemas con el personal de gestión en el conjunto del sector que ha debido lidiar con acusaciones de corrupción.

Asimismo, la empresa petrolera estatal ha perdido el acceso a los inventarios producidos en sus plantas del Caribe después de que la compañía estadounidense ConocoPhillips embargase los bienes de PDVSA en sus cuatro bases de la zona y ‘congelase’ el crudo venezolano en las terminales de San Eustaquio, Boaire y Curazao.

Dicha media fue tomada por la multinacional estadounidense como un intento de forzar al país a pagarle íntegramente los 2.040 millones de dólares que, según un Arbitraje contra la petrolera venezolana que ganó el pasado mes de abril ante la Cámara Internacional de Comercio (CIC), le adeuda PDVSA.

De esta forma, según documentos a los que ha tenido acceso la agencia Reuters, la baja producción de crudo y la deficiente utilización de las refinerías del país sudamericano hacen ahora que el Gobierno venezolano esté evaluando recurrir a crudos rusos, iraníes o angoleños para procesar hasta 57.000 barriles adicionales al día.

Una cantidad que aliviaría la carencia del país de petróleos ligeros y reduciría su necesidad de importar gasolina para el propio consumo. Asimismo, al permitir aumentar la producción de unas refinerías que según se estima, en la actualidad, están funcionando a un tercio de su capacidad, acercaría a Venezuela a poder cumplir con los pagos acordados en forma de petróleo en contraprestación a los préstamos que ha recibido de Rusia o de China. 

Con todo, según la agencia internacional de noticias, incluso si finalmente se optase por recurrir a esta vía, PDVSA se quedaría en una producción de 606.000 barrilles de petróleo por día. Es decir, a casi 250.000 barriles de los 850.000 que necesita producir para cubrir las necesidades de demanda doméstica del país y cumplir con los contratos de suministro que tiene cerrados.

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