La candidatura de América del Norte, formada por Canadá, México y EE.UU., se ha impuesto a Marruecos para organiar el Mundial de fútbol de 2026 tras recibir 134 votos, frente a los 65 del país norteafricano.
La candidatura de América del Norte, formada por Canadá, México y EE.UU., se ha impuesto a Marruecos para organiar el Mundial de fútbol de 2026 tras recibir 134 votos, frente a los 65 del país norteafricano. Será la tercera vez que la nación azteca organice un Mundial, tras las ediciones de 1970 y 1986.
Y, pese a que el protagonismo mayor será de EE.UU., quien ya fue sede en 1994, ya que se celebrarán en su territorio 60 de los partidos del torneo; el hecho de que se trate de la mayor edición de esta competición de las programadas hasta la fecha, con 80 partidos en 34 días a distribuir entre 48 equipos, permitirá que México y Canadá alberguen 10 juegos cada uno.
Una circunstancia que permitirá al país azteca una oportunidad e mejorar su economía, que si se tiene en cuenta el impacto de las últimas ediciones debería permitirle ingresar, al menos, cientos de millones de dólares adicionales.
Así, por ejemplo, un estudio de analistas del Instituto Gaidar de Rusia predicen que el certamen que comenzará en las próximas horas en el gigante euroasiático podría aportarle al país hasta un 0,2% al crecimiento anual de su Producto Interior Bruto (PIB), tan sólo teniendo en cuenta el efecto en el segundo y tercer trimestre de este año.
En total, según recoge El Semanario, los organizadores estiman que la Copa del Mundo tendrá un impacto de 31.000 millones de dólares en el país europeo en los diez años posteriores al anuncio de la sede, es decir, del 2013 al 2023. Esto se debe en gran parte al incremento del turismo y a la inversión en construcciones.
Así, estiman que para la construcción y renovación de los estadios y otra infraestructura que será utilizada en el torneo, se han generado 220.000 nuevos empleos; mientras que más de 1,5 millones de turistas viajarán a Rusia entre el 13 de junio y el 16 de junio para presenciar el torneo en las once ciudades sedes.
En el caso de Brasil, los aficionados que visitaron el país carioca durante el Mundial contribuyeron con 13.200 millones de dólares a su PIB. Un resultado que, por el contrario, no fue tan positivo en el caso de Sudáfrica 2010, ya que fue la edición que movilizó menos turismo en décadas y se considera que el país no logró superar los gastos previos al evento.
Sin embargo, en el caso de México ya cuenta con estadios relativamente recientes, lo que si bien aminorará los puestos de trabajo derivados de la creación de infraestructura, también reducirá sus gastos. De esta forma, se considera que el éxito financiero está garantizado.
Con todo, también existe cierta preocupación sobre un incremento de los precios ya que EE.UU. y Canadá, según señala Rafa Ramos para ESPN Deportes, pretenden que los billetes se sitúen entre los 75 y los 250 dólares, una cotización que contrasta con el poder adquisitivo de México.
De hecho, este año, Rusia también espera un aumento en los precios al consumidor en el verano por causa del Mundial; especialmente en servicios y productos como alimentos, entretenimiento, hospedajes y servicios privados.
Y, en el caso de México, incluso en las ediciones en que no ha organizado el Mundial, según señala en Marketing Directo, Daniel Rodríguez, Vicepresidente de Symphony Retail para el país azteca y Centroamérica, «en mundiales pasados el incremento ha sido mayor al 20% en refrescos, botanas, cervezas, televisiones o pantallas, entre otros».
