El ministro de Obras Públicas de Bolivia, Milton Claros, ha anunciado durante una rueda de prensa en La Paz que su país espera definir en una reunión que tendrá lugar este viernes en Lima el marco necesario para que en 2019 avancen las obras del conocido proyecto ferroviario.
El ministro de Obras Públicas de Bolivia, Milton Claros, ha anunciado durante una rueda de prensa en La Paz que su país espera definir en una reunión que tendrá lugar este viernes en Lima el marco necesario para que en 2019 avancen las obras del conocido como tren bioceánico.
Por ello, a dicha reunión asistirán representantes de Brasil, Paraguay, Perú, Uruguay, Argentina y Chile, con el objetivo de delinear en la capital peruana «una ruta crítica de ejecución del proyecto» del corredor de ferrocarril de 3.755 kilómetros cuyo trazado está previsto que tenga lugar entre los puertos de Santos (Brasil) e Ilo (Perú)».
Para dicho trazado, con ramales a Paraguay y Uruguay, cuyo coste sería de unos 14.000 millones de dólares; los países implicados hasta la fecha buscan la captación de inversiones privadas en la línea de los acuerdos que ya existen con empresas de Alemania, Reino Unido y Suiza.
Así, según declaraciones que recoge la Agencia EFE, Claros habría señalado que espera que colaboren también empresas de China, España y Rusia, además de contar con el apoyo del CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El objetivo, según subrayó el ministro boliviano, es que se sumen también empresas de los países implicados para que en 2018 avancen los estudios necesarios y en 2019 estén en marcha las obras en el conjunto del corredor, que en Bolivia ya comenzaron en un tramo de unos 150 kilómetros con una inversión cercana a los 221 millones de dólares.
Para ello, la reunión en Lima pretende cerrar un reglamento interno de trabajo y designar a los representantes de cada país en los órganos de gestión del proyecto. Asimismo, el ministro señaló que además de la vía, es necesario construir «megapuertos» en Santos e Ilo y acordar un sistema de control único para que carga y pasajeros no tengan que parar en la aduana y el puesto de inmigración de cada país.
El proyecto prevé conectar con otros tramos de ferrocarril, carreteras y aeropuertos, para facilitar la logística de la carga, estimada en un mínimo de diez millones de toneladas anuales; mientras que el flujo de pasajeros se prevé que sea de unos seis millones anualmente.
De esta forma, el objetivo es que a través de este corredor, las mercancías como las que se comercializan con China tarden en su recorrido total una media de entre 16 y 25 días menos de los que necesitan actualmente al pasar por cabo de Hornos y por el canal de Panamá, respectivamente. Es decir, pasar los 58 y 67 días que suponen en la actualidad cada una de esas dos rutas; a 42.
Hasta la fecha, forman parte de este proyecto Brasil, Paraguay, Perú, Uruguay y Bolivia; mientras que Argentina y Chile están invitados a sumarse, en cuyo caso se trazarían para dichos países ramales al estilo de los previstos con Paraguay y Uruguay.
