Desde la campaña del expresidente se señala así que los ataques contra Lula lo son también contra la propia democracia y las libertades políticas en el país carioca.
Después de que ayer se disparasen al menos cuatro tiros contra dos ómnibus de la caravana que realiza el ex presidente brasileño Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva por el sur de Brasil; desde su equipo de campaña se ha respondido con la organización a lo largo de de la jornada de hoy de un gran «Acto Suprapartidario contra la Violencia y por la Democracia» en Curitiba, la capital de Paraná.
Un evento que servirá para poner fin a esta gira del expresidente brasileño por los estados del sur del país carioca y que contará con la presencia de la candidata a la Presidencia del Partido Comunista do Brasil (PCdoB), Manuela Dávila; del candidato del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Guilherme Boulos; de los senadores del Movimiento Democrático Brasileño (MDB) y del Partido Socialista Brasileño (PSB), Roberto Requião y João Capiberibe, respectivamente; y de diversos dirigentes del propio Partido de los Trabajadores (PT), del PSB, PSOL y PCdoB, del Partido Democrático Laborista (PDT), del Frente Brasil Popular, del Frente Povo Sem Medo, de la Central Única de los Trabajadores (CUT) y del Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST), así como de diversos movimientos sociales.
Una forma de señalar que los ataques contra Lula lo son también contra la propia democracia y las libertades políticas y que, por eso, son repudiadas por todas las fuerzas políticas.
— Lula pelo Brasil (@LulapeloBrasil) 28 de marzo de 2018
Y una forma también de estrechar vínculos con formaciones que tradicionalmente han sido aliadas del PT, pero que en esta ocasión habían optado por postular candidatos diferentes a las presidenciales del 7 de octubre, a las que aún está por aclararse si Lula, condenado a 12 años de prisión por corrupción, podrá presentarse finalmente.
Por tanto, mientras asistimos a lo que podría ser una inminente reconfiguración de cara a la cita presidencial, los incidentes de ayer han servido en realidad para revigorizar la campaña de un Lula que, pese a las sombras de sospecha que puedan existir sobre él, sigue siendo el gran favorito de los brasileños y por ello ha reiterado que nada lo hará desistir de su candidatura.
Un aspecto en el que incidió el expresidente al señalar ayer a la noche en referencia al ataque a su caravana que “si piensan que con piedras y tiros van a quebrantar mi disposición de luchar están equivocados, el día que mi garganta no pueda gritar más, gritará por la garganta de ustedes”.
Del mismo modo, la última presidenta electa, Dilma Rousseff, sustituida en un contovertido proceso de ‘impeachment’ por Michel Temer, ha venido denunciando los ataques dirigidos a su ‘padre político’ como un intento de apartar ilegítimamente a Lula de la campaña y, de hecho, ha denunciado igualmente que teme que en la campaña electoral se pueda dar «un baño de violencia sobre nosotros».
Con el acto de hoy finaliza la cuarta caravana de Lula por el país carioca, después de recorrer en la primera de ellas las nueve provincias del nordeste de Brasil, donde los candidatos del PT siempre han tenido más del 70% de los votos; Minas Gerais, en la segunda; y Río de Janeiro, en la tercera.
