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El nuevo modo

Campaña intensa

Con múltiples contratiempos y barreras impuestas por la oligocracia partidista, avanzan a su fase más intensa, las primarias de la llamada oposición, sector que prefiero llamar “sociedad democrática nacional”. Nosotros mismos estamos en un titánico esfuerzo político y electoral. Con amplias ganancias políticas, aunque afectados por el diseño y gestión adoptados y las restricciones derivadas. Toda Venezuela –y me atrevo a exportar el daño- está afectada profundamente por el desastre chavista, pero la política democrática se monta en el momento actual sólo sobre los lomos de los precandidatos. Pareciera que la democracia venezolana debería importarle sólo a nosotros los aspirantes. Con múltiples contratiempos y barreras impuestas por la oligocracia partidista, avanzan a su fase más intensa, las primarias de la llamada oposición, sector que prefiero llamar “sociedad democrática nacional”. Nosotros mismos estamos en un titánico esfuerzo político y electoral. Con amplias ganancias políticas, aunque afectados por el diseño y gestión adoptados y las restricciones derivadas.

Toda Venezuela –y me atrevo a exportar el daño- está afectada profundamente por el desastre chavista, pero la política democrática se monta en el momento actual sólo sobre los lomos de los precandidatos. Pareciera que la democracia venezolana debería importarle sólo a nosotros los aspirantes.

Tuvimos que pagar para poder participar, nos imponen alcabalas constantes, no se reconocen las restricciones y circunstancias externas (por ejemplo, el forzado asueto de la semana pasada, que retrasó y anuló todo), no se nos beneficia de ninguna promoción institucional de las primarias, la poca que hacen algunos es ventajista, etc., pero “aquí estamos y aquí seguimos”.

Y el aquí y ahora es que nos ubicamos en una semana crucial. De nuestra parte, a tres semanas de los comicios nos hemos beneficiado de nuevos e importantes apoyos partidistas y sociales, que se suman a los ya logrados. Dos ex alcaldes del circuito, varios ex concejales, dirigentes municipales actuales, líderes empresariales y gremiales, un partido regional (Seguimos) y el más importante partido histórico nacional (Acción Democrática) nos brindan su apoyo. El más importante elector del occidente del circuito nos brinda su reconocida sapiencia y su base electoral. Y la lista sigue. Tal como afirmaba hace días, atesoro un “multisápido” apoyo, como diría Rómulo Betancourt, el padre de la democracia venezolana.

Pero no sólo eso. El electorado percibe una diferencia neta entre unas caras frescas en política y un liderazgo con rasgos opuestos. Y lo más importante: esas caras nuevas llegan repletas de método, criterios, análisis, propuestas y soluciones a los múltiples anhelos y problemas de los venezolanos en general y los habitantes del circuito en particular.

Por ejemplo: nuestra actividad parlamentaria la concebimos dependiendo del escenario de mayoría o minoría en el cual nos encontremos a partir de septiembre. Tal como decimos, las artes necesarias en uno u otro son distintas. Pero estamos formados para todas ellas.

De igual forma, para toda la actividad parlamentaria, diferenciamos entre urgencias y prioridades y demandas y propuestas propias; estas últimas, enmarcadas en el “Proyecto Nacional” que empujamos. Disponemos del método para organizarlas.

Aún más, luchando contra el desconocimiento generalizado de las competencias de un asambleísta, forzamos la identificación de las cuatro áreas que organizarán nuestra acción: leyes, designaciones y control de funcionarios de Estado, puja presupuestaria y foro político. Es difícil postularse a un rol, que muchos todavía ven como un alcalde o gobernador más. Y que te evalúan o evaluarán con base en ese perfil. E incluimos un mínimo de educación ciudadana en nuestro trabajo del día a día.

Ya hemos avanzado propuestas concretas. Es nuestra principal fortaleza. En otra ocasión hablaremos de ellas. Se ubican en diversos ámbitos de la acción pública y de cara a diversos problemas de la sociedad.

Por lo pronto, de esta semana intensa, precedida de un vacío profundo de movimiento, por el asueto forzado de más de una semana, estamos cosechando frutos. Ayer apenas, viajé de un extremo al otro de nuestro extenso y lejano circuito, para atender personalmente a nuevos partidarios.

Lo hice bajo una constante lluvia. Con el servicio de Internet y de telefonía satelital averiados, en razón del desastre nacional de los servicios.

Me emparamé varias veces. Un resfriado asoma su molesta cara en este momento. Pero, tendrá que esperar. La excitación de estar desplegando una nueva política democrática nacional lo combate a punta de adrenalina.

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