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Pese a las tensiones y divisiones existentes en el seno del peronismo

El Justicialismo cierra filas con CFK

Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina

Pese a las tensiones existentes en el seno del peronismo que aún ayer provocaron que el Partido Justicialista (PJ) quedase dividido en su configuración el Senado en dos bancadas, todo apunta a que en el caso de la reciente imputación de CFK el apoyo a la ex presidenta será unánime.

Pese a las tensiones existentes en el seno del peronismo que aún ayer provocaron que el Partido Justicialista (PJ) quedase dividido en su configuración el Senado en dos bancadas, todo apunta a que en el caso de la reciente imputación de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) habrá un cierre de filas en torno a la ex presidenta argentina entre los 25 diputados que encabeza Miguel Pichetto y los 8 de su rival, la propia CFK.

Fuentes de la bancada del PJ han desvelado al diario Clarín que existe un compromiso político, una «palabra de honor» de no facilitar el desafuero de la ex presidenta después de que el juez Claudio Bonadio haya solicitado su procesamiento «por traición a la Patria y encubrimiento agravado del atentado a la AMIA» ya que, según el dictamen de 365 páginas de este magistrado, la ex Presidente impartió «personalmente» y «en secreto» órdenes para dotar de impunidad a los iraníes acusados del que fue el peor ataque terrorista de la historia de Argentina con 85 muertos y más de 150 heridos.

Sin embargo, Pichetto, el rival ‘interno’ de CFK, es un firme defensor de la máxima de que el desafuero solo procede ante sentencia firme y así lo ha sostenido en situaciones anteriores. De esta forma, a diferencia de lo que sucedió en la Cámara de Diputados, donde sectores del peronismo sí apoyaron el desafuero de otro peso pesado del ‘kirchnerismo’, Julio de Vido, todo apunta a que, al menos de momento, la expresidenta podrá continuar en el Senado.

Máxime cuando además para que su ‘desafuero’ saliese adelante sería necesaria una mayoría de dos tercios de la Cámara: 48 votos. E incluso aunque hubiese una unamimidad entre el resto de miembros del Senado, éstos llegarían tan solo a reunir 39 apoyos.

Y aún por encima la solicitud de desafuero tampoco podría ser tratada en el corto plazo por el Senado debido a que el periodo de sesiones se encuentra en un receso y existen dudas constitucionales sobre la posibilidad de que, por ejemplo, el Ejecutivo pudiese convocar una sesión extraordinaria para ello.

De esta manera, todo apunta que el pedido no podría empezar a discutirse hasta marzo de 2018, cuando arranca el período de sesiones ordinarias.

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