Beatriz Sánchez, excandidata presidencial del Frente Amplio, que en la primera vuelta obtuvó un 20% de los votos, anunció inesperadamente en una rueda de prensa su apoyo al candidato oficialista, Alejandro Guillier. A ella, se unen los principales dirigentes del conglomerado de izquierdas.
Las declaraciones del candidato presidencial de Chile Vamos y expresidente, Sebastián Piñera, en las que señalaba que su resultado, por debajo de lo esperado, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas en el país andino el pasado 19 de noviembre se había debido a un supuesto fraude electoral, amenaza con salirle muy cara.
El repudio generalizado que han causado sus acusaciones, las primeras sobre irregularidades durante un proceso electoral en Chile, han hecho que, después de unas semanas en las que el Frente Amplio (FA) se refugió en una cierta ambigüedad al dar libertad de acción a sus votantes para el ballotage, la que es ahora tercera fuerza política del país andino y que aglutina a partidos como Revolución Democrática, Movimiento Autonomista o el Partido Liberal, haya decidido ser más explícita.
Muy significativamente Beatriz Sánchez, la excandidata presidencial del FA que en la primera vuelta obtuvó un 20% de los votos, anunció inesperadamente en una rueda de prensa que «Piñera significa un retroceso y un riesgo, por eso decido que votaré contra Piñera, por Guillier?. Y por si quedaba alguna duda del motivo de ese apoyo, ahora muy explícito, al candidato oficalista, apuntó que «?no se juega con Chile y no todo vale en la elección presidencial».
Agradecemos decisión de @labeasanchez de apoyar a @gullier en segunda vuelta. La UNIDAD es necesaria frente a la urgencia de cuidar nuestra Democracia y avanzar en nuestros derechos. #NoDaLoMismo #YoSíVotoEl17 pic.twitter.com/AyucoMvpJ6
— MarcaAC (@marcatuvoto) 5 de diciembre de 2017
Además, en unas declaraciones que no tardó en agradecer desde su cuenta en la red social Twitter el propio Alejandro Guillier, Sánchez acusaba a Piñera de faltarle el respeto a las miles de personas que trabajaron como vocales por su «ambición de poder».
Basta. La ambición de poder no puede justificar faltarle el respeto a las miles de personas que trabajaron como vocales. El fin no justifica los medios. https://t.co/4d90P3nmvH
— beatriz sanchez (@labeasanchez) 4 de diciembre de 2017
.@labeasanchez gracias por tu transparencia, fuerza y valor. Aprecio enormemente tu apoyo y la unidad para construir un Chile más justo.
— Alejandro Guillier (@guillier) 5 de diciembre de 2017
Y lo peor de todo para Piñera es que el anuncio de Sánchez ha sido tan solo la guinda de un conjunto de declaraciones en las que las principales figuras del FA, así como de los partidos más significativos del conglomerado de izquierdas, han decidido ser más explícitas sobre su opción de cara a la segunda vuelta. Quizá el más directo fue el dirigente y diputado liberal Vlado Mirosevic al anunciar que ?entre Piñera y Guillier voto por Guillier?.
O, una de las figuras de mayor peso, el alcalde de Valparaíso y miembro de Movimiento Autonomista del diputado Gabriel Boric, quien tras una visita de la presidenta Michellet Bachelet a la ciudad costera señaló que: «He sido sumamente claro en cuanto al llamado a votar en contra de la derecha. Naturalmente, eso se expresa en que aquéllos que van a ir a votar en segunda vuelta tienen que marcar por el candidato que no es Sebastián Piñera, que es Alejandro Guillier».
O el propio Boric quien apuntó: ?No creo que Piñera tenga asegurado un triunfo, creo que Guillier tiene la tremenda posibilidad de convocar a una mayoría por las transformaciones en Chile y que logre ganar en segunda vuelta. Creo que ha dado señales en lo que yo estimo, humildemente, como una dirección correcta?.
Por su parte, el también diputado Giorgio Jackson de Revolución Democrática, insistió en el mismo sentido: ?nosotros no queremos que salga Piñera y que indirectamente preferimos ser oposición a Guillier que a la derecha?.
Así las cosas la que hace unas semanas parecía una elección garantizada para el candidato conservador, apunta ahora a que se decidirá por muy poca distancia después de que Piñera haya conseguido aglutinar en su contra a la izquierda y al centroizquierda chileno.