Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Registran en la jornada de hoy una fuerte corrección a la baja

Desplome del peso y la Bolsa chilena

Bolsa de Comercio de Santiago de Chile

Se trata de una clara señal de que los mercados esperaban una victoria del candidato conservador, Sebastián Piñera, mucho más contundente de la que finalmente se ha dado en la primera vuelta de las presidenciales del país andino. En una clara señal de que los mercados esperaban una victoria del candidato conservador, Sebastián Piñera, mucho más contundente de la que finalmente se ha dado en la primera vuelta de las presidenciales chilenas; tanto la Bolsa como el peso del país andino han registrado en las primeras horas de la jornada de hoy una fuerte corrección a la baja.

A media sesión de la Bolsa de Santiago, el índice IPSA, que agrupa a sus 40 principales entidades bajaba un 3,55%, hasta situarse en los 5.201,24 puntos, su nivel más bajo en dos meses y su mayor caída porcentual diaria desde 2011.

Si bien Piñera quedó ayer el primero de los ocho candidatos con un 36,64% de los votos; el resutado ha sido sensiblemente inferior, ya no a la mayoría absoluta necesaria para triunfar en primera vuelta; sino también al 40% que el consenso de las encuestas le marcaba como ‘suelo’.

Y lo que es aún más relevante, ya no se puede dar por descontada su victoria en la segunda vuelta frente al candidato oficialista de centroizquierda Alejandro Guillier, quien, eso sí, con su 22,64% de los votos, para tener opciones a la Presidencia, habrá de realizar concesiones significativas a la gran ganadora moral de esta primera vuelta: a la candidata izquierdista, Beatriz Sánchez, y a su Frente Amplio (FA), que obtuvo el 20,27% de los votos.

Un plato que no ha ofrecido la mejor digestión a unos mercados que daban por hecho que, conforme a lo aventurado por las encuestas, el FA no conseguiría superar, como mucho, el 10% de los votos. No se podían imaginar, por tanto, que esta formación tuviese posibilidades de convertirse en una fuerza con una gran influencia en un eventual nuevo Gobierno.

El resultado tampoco era esperado por los líderes de la coalición opositora como la presidenta de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Jacqueline van Rysselberghe, quien ha reconocido hoy «que hubo un cierto exceso de triunfalismo» y «una mala lectura de las encuestas».

Con todo, se mostró convencida de que Piñera se hará con la victoria en la segunda vuelta y comparó la situación con lo que sucedió en las elecciones de 2008, en las que el multimillonario fue elegido presidente por primera vez frente a Eduardo Frei después de llegar en una situación muy similar al balotaje. Además, a juicio de la dirigente gremialista, la «gran ventaja y la gran diferencia de los conservadores con la Nueva Mayoría» es su asuencia de «diferencias de fondo».

Una tesis que se podría ver corroborada por el hecho de que la extrema derecha de José Antonio Kast, nostálgico del pinochetismo, ya le ha entregado su apoyo a Piñera. No obstante, conviene matizar que, pese al 8% obtenido por éste y su formación de Chile Vamos, todo el voto situado entre el centro derecha y la derecha extrema del espectro electoral supone un 44% de los votos registrados en esta primera vuelta.

Piñera necesita, por tanto, llegar al electorado situado en el centro del espectro político y que, en ese intento, el apoyo de la derecha pinochetista no le resulta contraproducentes. En esta línea, el presidente de Renovación Nacional (RN), Cristián Monckeberg ha declarado hoy: «Ayer José Antonio Kast dio un paso importante al sumarse al equipo y eso se agradece, pero para ganar necesitamos el 50% más uno y eso hay que buscarlo más allá de Chile Vamos. El (ex) Presidente Piñera eso sabe hacerlo, es especialista, ya ganó una vez y estamos optimistas que lo vamos a lograr nuevamente», aseveró Monckeberg».

No obstante, Carolina Goic, la candidata de la Democracia Cristiana (DC), que por primera vez desde 1990 se ha presentado al margen de la alianza de centroizquierda y obtuvo un 5% de los votos, ya ha adelantado que no votará a Piñera. Aunque también es cierto que a éste le bastaría con que el electorado de izquierda se movilizase en menor medida de lo que lo ha hecho en esta primera vuelta y simplemente no vaya a votar en la segunda ronda.

Por ello, todo apunta a que la verdadera clave de ese balotaje estará en la capacidad de Guillier de seducir a los chilenos que optaron por candidatos situados más a su izquierda. Unos ciudadanos que exigen reformas sociales mucho más profundas que las que ha aplicado Michelle Bachelet y que también expresaron su desconfianza hacia los partidos políticos más tradicionales que él representa, pese a que el hasta ahora senador llegó hace pocos años a la política. Un complejo juego de equilibrios se le presenta por tanto por delante al también sociólogo y periodista si quiere llegar a ser Presidente; pero ya no, como parecía hasta ayer, una tarea imposible.

Más información

Scroll al inicio