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El expresidente ecuatoriano anuncia abiertamente su intención de regresar

Guerra abierta entre Moreno y Correa

Rafael Correa, expresidente de Ecuador

Entre acusaciones cruzadas de «traición» entre Lenín Moreno y su antecesor, el expresidente ecuatoriano anuncia abiertamente su intención de regresar a la política de su país «si las cosas continúan como hasta ahora» o «ya mismo, si se da un proceso constituyente». En lo que es ya una guerra abierta entre el expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, y su sucesor, Lenin Moreno; el primero ha concedido una entrevista en exclusiva a RT en la que anuncia abiertamente su intención de regresar a la política de su país si las cosas continúan como hasta ahora.

De hecho, como muestra de su malestar con Moreno, Correa ha declarado que, aunque volver a ser presidente «sería trastornar muy gravemente los planes familiares»; precisamente sería la labor del actual presidente, a quien acusa de «estar destruyendo la patria», «el principal incentivo para volver» a Ecuador.

Además, el expresidente ecuatoriano ha anunciado que si se produce una Asamblea Constituyente también regresará a la primera línea política, en cuyo caso lo haría con carácter inmediato. Asimismo, pese a haber apoyado a Lenín Moreno durante su campaña presidencial; hoy, le acusa también de ser un hipócrita porque, según Correa, antes le decía que «tenía que volver a la presidencia en 2021», pero ahora le llama «traidor».

Por el contrario, el expresidente considera que es Moreno quien se merece esa calificación ya que tras tomar las riendas del país, «desde el primer día empieza a legitimar lo hecho con una traición terrible» y asegura que la situación económica «no sirve» y el país «está endeudado».

Así, a juicio de Correa, «Lenín ha hecho en tres semanas lo que no pudo hacer la oposición en 10 años, descalificar nuestra revolución».

Ecuador atraviesa en estos momentos por una complicada situación política con el vicepresidente, Jorge Glas, en prisión preventiva desde que en la noche del lunes fuese detenido bajo sospecha de estar implicado en una trama de corrupción vinculada al caso de supuestos sobornos del gigante de la construcción brasileña Odebrecht.

Pero lejos de ser un golpe para el actual presidente, en esta intriga palaciega, el golpe a su vicepresidente coincide con los intereses de Moreno ya que Jorge Glas está enfrentado con él desde hace meses. De hecho, Lenin Moreno ya le retiró en agosto sus funciones; si bien formalmente no puede hacerlo del puesto al haber sido Glas elegido en la fórmula presidencial.

Y para aumentar aún más el enfrentamiento político con el sector que representan Glas y Correa en el partido de Gobierno, Moreno afirmó el miércoles que espera celebrar en enero o febrero de 2018 una consulta popular a través de la cual que plantea abolir dos polémicas leyes de su predecesor: la de plusvalía, y…

Precisamente la de reelección indefinida; ya que, a juicio, del actual presidente, Correa buscaría perpetuarse en el poder a través de dicha ley. Además, en una muestra de que en esta disputa, los cuchillos no sólo vuelan en una dirección, Moreno le acusó de haber endeudado al país de forma deliberada para perjudicarle a él en el desempeño de sus funciones y así regresar triunfante por el contraste entre las dos gestiones.

Una acusación a la que Correa respondió en las redes sociales acusando al sucesor que él avaló de estar perdiendo la cabeza.

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