Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

JPMorgan, Goldman Sachs y Barclays creen que es el país que menos tiene que perder en ese escenario

Las ventajas de México ante una eventual ruptura del TLCAN

Bandera de México

JPMorgan, Goldman Sachs y Barclays consideran que el tipo de cambio amortiguaría los efectos de una eventual ruptura del acuerdo, que se sumaría a las ventajas arancelarias para el país azteca en dicho escenario. Anticipándose a un escenario en el que la renegociación sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA , por sus siglas en inglés) no llegase a buen puerto y todo acabase en una cancelación del acuerdo, como ha llegado a amenazar el presidente estadounidense, Donald Trump; el diario mexicano El Financiero ha realizado una consulta a los economistas jefe en el país azteca de JP Morgan, Goldman Sachs y Barclays con el resultado de una conclusión principal sorprendente.

Y es que si la retórica agresiva que ha desplegado Trump contra México ha hecho que este país sea visto como una de las principales víctimas del neoyorquino; según el análisis de estos tres bancos, que también actúan como entidades de inversión, sería el país azteca quien menos tendría que perder ante el escenario con el que amenaza el presidente estadounidense en lo relativo a las renegociaciones del TLCAN. Es más, también por detrás de Canadá, sería precisamente el país que gobierna el multimillonario magnate el que saldría más perjudicado de llevar éste a último término sus bravuconadas.

El principal motivo es que, de confirmarse la ruptura de acuerdo, el peso se devaluaría; algo que ya ha empezado a suceder como protección preventiva ante el potencial impacto. De esta forma, el precio de la divisa en los mercados internacionales ha comenzado a reflejar la rebaja que sería necesaria para compensar la pérdida por el acceso que ahora tiene al mercado de Norteamérica en sus exportaciones que están libres de aranceles.

Pero, de seguir esta tendencia, el peso incluso podría llegar a compensar el pago de impuestos en el comercio de mercancías hechas por el país con las otras dos naciones en el caso de una ruptura. Es decir, según señala en el citado reportaje Alberto Ramos, economista jefe de Goldman Sachs en México, podría suceder que el tipo de cambio del peso bajase más que la tarifa arancelaria promedio y, con ello, la competitividad externa del país azteca mejoraría.

Además, las exportaciones de EE.UU. hacia sus actuales socios se verían más afectadas que las de México ya que éste país pasaría a beneficiarse de la cláusula de Nación Más Favorecida (NMF) de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que beneficia con aranceles bajos a países en vías de desarrollo en comparación con aquellos que pagan las economías avanzadas, como obviamente sería el caso de EE.UU.

Por su parte, Marco Oviedo, economista jefe de Barclays en el país azteca señaló que la “gran ventaja que tiene México frente a EU y otros países es que cuenta con una moneda sumamente flexible, que inmediatamente va a ajustarse a la nueva realidad” y estimó que, en el eventual escenario de ruptura, el tipo de cambio del peso se situaría en aproximadamente 18,70 pesos por dólar.

No obstante, los tres economistas también reconocieron que ante ese eventual escenario de ruptura del acuerdo, habría apartados en los que México saldría perdiendo como por ejemplo en lo referente a la inversión ya que entonces el país debería buscar mecanismos que diesen seguridad a los inversores de EE.UU. y Canadá que podrían tener cierta desconfianza de que algunas cuestiones se tuviesen que lidiar bajo las leyes mexicanas. En esta línea apuntó Gabriel Lozano, de JPMorgan, al incidir en la pérdida de protección institucional y del marco legal que representa para las empresas un tratado comercial.

Con todo, los tres economistas jefe coinciden en señalar que su escenario base es que sí se llegará a un nuevo acuerdo entre los tres países.

Más información

Scroll al inicio