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El bloque celebra su Cumbre a lo largo de esta semana en la localidad argentina de Mendoza

Mercosur busca una «verdadera convergencia» con la Alianza del Pacífico

Paises de Mercosur

El Mercado Común del Sur (Mercosur) celebra su Cumbre a lo largo de esta semana en Mendoza, Argentina, donde los países miembro muestran una voluntad clara de aprovechar el nuevo contexto geopolítico para integrarse comercialmente con el exterior. Después de las reuniones técnicas preparatorias del lunes y el martes, y de la cita de vicecancilleres del Mercado Común del Sur (Mercosur) que tuvo lugar ayer; el bloque comercial se prepara ya para sus citas clave como serán la reunión de cancilleres y los encuentros entre ministros de Economía, Producción y titulares de los bancos centrales que ya se están celebrando a lo largo del día de hoy; y la cumbre de presidentes que tendrá lugar mañana.

No obstante, como marco de esta Cumbre del organismo que se está desarrollando durante toda la semana en Mendoza, Argentina; ya ha quedado clara cuál es la prioridad política del bloque en estos momentos y el mensaje que quiere enviar al mundo: el de que, ahora sí, los países del bloque están preparado para integrarse en los mercados globales.

Quizá por su condición de ministro del país anfitrión y aquel que ocupa la presidencia rotativa semestral, que ahora entregará a Brasil; el más claro ha sido el ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina, Jorge Faurie, quien ha destacado especialmente la importancia de conseguir una «verdadera convergencia» entre el Mercosur y la Alianza del Pacifico, el bloque regional que conforman Chile, Colombia, México, Perú y Costa Rica.

Una negociación cuya hoja de ruta incluye ya para este año avances en aspectos como facilitación del comercio, ventanillas únicas, cooperación aduanera, promoción comercial y pymes, o cadenas regionales de valor, entre otros. Pero que, además conforme ha señalado Faurie, «tiene una dimensión renovada por un impulso político, donde sobre todo quienes se han comprometido para que logremos una convergencia, son sus presidentes».

Y como muestra de ese impulso político que viene de las más altas esferas del poder institucional entre los países miembro y de que existe unanimidad al respecto, se espera contar mañana con la presencia tanto del presidente del país anfitrión, Mauricio Macri; como de los de los otros miembros plenos del bloque: Michel Temer, de Brasil; Horacio Cartes, de Paraguay; y Tabaré Vázquez, de Uruguay.

También, con la Evo Morales de Bolivia, país que se encuentra en pleno proceso de adhesión; y la de Michelle Bachelet, de Chile; uno de los países asociados y miembro de la Alianza del Pacífico. Una conjunción que, según las palabras de Faurie, responde a una convicción que les han legado 30 años de procesos negociadores: «solos no vamos a ninguna parte».

Por ello, también quedará claro a lo largo de esta Cumbre que entre las prioridades de trabajo de Mercosur, se encuentra el respaldo a los esfuerzos por lograr el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea (UE); probablemente el ejemplo paradigmático de un proceso negociador que, después de más de 20 años desde que comenzó, parecía destinado a quedar aplazado eternamente.

Sin embargo, el nuevo contexto geopolítico ha hecho que ya a finales de este año, se espere firmar un acuerdo político aprovechando la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que tendrá lugar en Buenos Aires; y que una vez materializado en el pertinente acuerdo técnico supondría para los países del bloque comercial sudamericano ahorrarse gran parte de la factura de unos 4.000 millones de euros que, ahora, han de pagar en aranceles para poder exportar a los países de la UE.

Y, paradójicamente, frente a este clima de exaltación de la apertura comercial al exterior; por el contrario, todo apunta a que el gran pico de tensión de esta Cumbre tendrá que ver con la integración en el interior del propio bloque después de que el presidente de Uruguay Tabaré Vázquez incrementase, sin consultar al resto de países miembro, la tasa consular.

Así, está previsto que mañana se trate, ya en el encuentro entre presidentes, el aumento por parte de Uruguay de los aranceles a las importaciones de los bienes de consumo; lo que supone para los países del Mercosur pasar de pagar un 2% de tarifa a un 3%; así como de un 2% a un 5% para los países extrazona… salvo para México que no pagará ese incremento, gracias al acuerdo de libre comercio que mantienen ambos países; una nueva paradoja que sirve también como recordatorio del desigual afán de integración comercial que ha caracterizado a los gobiernos de los países del bloque durante los últimos lustros.

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