El sucesor de Rafael Correa asegura, no obstante, que también trabajará para defender todos los derechos y logros alcanzados durante la revolución bolivariana. Lenin Moreno, que ha recibido hoy las credenciales oficiales como presidente electo de Ecuador, ha asegurado que será el gobernante del diálogo. Una declaración que es una oferta a la oposición de enterrar el hacha de guerra tras el ajustadísimo resultado electoral en que obtuvo el 51,6% de los votos.
También un contraste con la actitud de su contrincante, Guilermo Lasso, quien incluso se negó a reconocer su derrota entre acusaciones de fraude. En este sentido Moreno comenzó por apuntar que la labor del Consejo Nacional Electoral de Ecuador «ha sido reconocida por todos los países del mundo».
Pero, casi al mismo tiempo, ha lanzado un mesaje de conciliación a los sectores de la oposición. De esta forma, según recoge la agencia EFE, Moreno ha señalado que no cree que exista la «verdad absoluta», pues si así fuese, «el sol seguiría girando alrededor de la tierra» y subrayó que liderará un «Gobierno de la diversidad».
Con todo, el que será presidente ya de forma inminente ha asegurado también que trabajará para defender todos los derechos y logros alcanzados durante los diez últimos años por la Administración saliente de Rafael Correa. En este sentido, explicó que liderará un Gobierno de la solidaridad, no de la caridad.
Junto a Moreno, también ha recibido sus credenciales como Vicepresidente de la republica, Jorge Glas.
Entrega de credenciales al Presidente y Vicepresidente Constitucional de la República del Ecuador. https://t.co/RCDWseh9g0
— Juan Pablo Pozo B. (@JuanPabloPozoB) 16 de mayo de 2017
