El candidato oficialista Lenín Moreno, favorito para imponerse en primera vuelta; con la incógnita de si conseguirá el margen suficiente para evitar una segunda ronda en abril y suceder así ya a Rafael Correa. Hoy tiene lugar en Ecuador la jornada de reflexión, antes de que a partir de las 00:00 horas, los ecuatorianos tengan 48 horas para escoger quien de los ocho candidatos a la Presidencia será el sucesor de Rafael Correa al frente del Gobiero del país.
Así, el domingo 19, Ecuador elegirá a su nuevo presidente y vicepresidente, a 137 miembros de la Asamblea Nacional y a cinco Parlamentarios Andino. Al menos siempre que el candidato más votado llegue al 40% de los votos y con una diferencia mínima de 10 puntos sobre la segunda persona más votada de los ocho contendientes.
En caso contrario, la elección de la Presidencia se vería aplazada a una segunda vuelta que se celebraría en abril. Una posibilidad, según algunos sondeos, no menor; ya que el único candidato con posibilidades de conseguir la victoria en primera vuelta, el oficialista Lenín Moreno habría visto disminuir su apoyo en los últimos meses.
Pese a que Moreno, el candidato apoyado por Correa, del Movimiento Alianza PAIS, consiguió congregar ayer a miles de personas en un sector céntrico de Guayaquil, donde hizo una apelación a la unidad para continuar con el proceso de la Revolución Ciudadana; podría tener que competir en un cara a cara en abril o bien con Guillermo Lasso o con Cynthia Viteri, que se disputarian la segunda posición según los sondeos.
Factores como la caída de los precios del petróleo que provocó un caída en la economía y el aumento del desempleo; así como los escándalos de corrupción de los últimos meses pesan sobre su candidatura. Con una vez más, tambián aquí, la empresa brasileña Odebrecht en el centro de la trama.
El gigante de la construcción brasileña ha confesado haber pagado al menos 33,5 millones de dólares en sobornos a funcionarios del gobierno de Rafael Correa, incluyendo a Jorge Glas, actual vicepresidente y compañero de fórmula de Moreno. Un factor que unido a los recortes en los programas sociales ha hecho disminuir la popularidad de la fórmula continuista.
