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Los chilenos eligen entre reparos al padrón electoral y el temor a la abstención

Bandera de Chile

Poco más de 14 millones de chilenos están convocados el domingo a las urnas para elegir a sus alcaldes y concejales, en medio del fantasma de una alta abstención y la polémica por un grave error en el padrón de votantes que podría poner en duda la validez del proceso electoral. Poco más de 14 millones de chilenos están convocados el domingo a las urnas para elegir a sus alcaldes y concejales, en medio del fantasma de una alta abstención y la polémica por un grave error en el padrón de votantes que podría poner en duda la validez del proceso electoral.

El temor generalizado entre los dirigentes politicos es que se repita o incluso aumente el porcentaje de electores que se reste de participar en los comicios municipales que se realizan cada cuatro años.

En los de 2012, en que por primera vez se aplicó la ley del voto voluntario y la inscripción automática en los registros, la abstención fue de alrededor del 60 por ciento. En la segunda vuelta de las presidenciales que ganó Michelle Bachelet en 2013, poco más del 58 por ciento se quedó en casa.

El descrédito en que ha caído la actividad política en Chile aumentó todavía más desde que se destaparon hace tiempo masivos casos de corrupción, fraude fiscal y tráfico de influencias que involucraron a empresarios, ex candidatos presidenciales, funcionarios públicos y dirigentes políticos de casi todas las tendencias, incluidos familiares cercanos a la mandataria, según analistas locales.

De hecho, un 91 por ciento de los chilenos tiene poca o ninguna confianza en que los políticos puedan solucionar los problemas del país, de acuerdo con el séptimo estudio nacional del estatal Consejo para la Transparencia (CPLT), publicado a comienzos de año.

Tampoco ayudan a la participación los errores detectados en el padrón electoral, donde 463.442 personas, de las 14.121.316 que componen el registro, fueron transferidas involuntariamente a comunas distintas a las que habitualmente concurren a sufragar.

Para bochorno de los responsables, un elector que usualmente vota en la comuna capitalina de Las Condes apareció en el registro para elegir a sus autoridades en la Antártida. En otros casos figuran algunas personas que están condenadas y presas por violaciones de los derechos humanos, incluido un psicópata.

En su intento por enmendar el error, del que hacen responsable al Registro Civil y al autónomo Servicio Electoral, el Gobierno envió en la semana al Congreso un proyecto de ley «exprés» para que se permitiera a los afectados sufragar en su anterior comuna o en la que están actualmente incorporados.

La disposición no encontró, sin embargo, acogida ni siquiera entre parlamentarios oficialistas, con mayoría en el Parlamento, por lo que el Ejecutivo se desistió de seguir adelante con la idea, después de que la oposición advirtiera igualmente que, de aprobarse tal iniciativa, se podría configurar un fraude electoral porque, pese a todos los recaudos que se pudieran adoptar, la persona quedaba así habilitada para votar dos veces.

Al final, se acordó que aquellos votantes que fueron traspasados a otras comunas sin su consentimiento sólo podrán sufragar en la mesa que figure en el último padrón electoral.

Aun así, el problema podría seguir y traer consecuencias una vez concluidas las elecciones, pues muchos candidatos o partidos podrían sentirse perjudicados e impugnar eventualmente los resultados al considerar que el padrón de su comuna fue alterado.

En los comicios del domingo se elegirá a alcaldes y concejales de las 346 comunas del país, para los que se inscribieron 14.454 candidatos, según informes oficiales.

«Si no te gusta ninguno, vota nulo, pero lo importante es que vayas a votar», pidieron los presidentes del Senado, Ricardo Lagos Weber, y de los Diputados, Osvaldo Andrade, en un urgente llamado a los chilenos para que concurran a las urnas este domingo.

Junto con la renovación de las autoridades locales, la elección es considerada la antesala de la que se celebrará a fines del próximo año para cambiar el Parlamento y elegir al sucesor o sucesora de Bachelet, quien completará el 11 de marzo de 1984 su segundo mandato presidencial.

Además, la votación será el primer examen electoral al que se enfrentará la mandataria socialista desde que asumió en 2014.

Según recientes encuestas, el apoyo ciudadano a su figura alcanza entre el 20 y el 25 por ciento y un rechazo del orden del 70 por ciento. Bachelet ganó la presidencia con el 61,16 por ciento, frente al 37,83 por ciento de la aspirante conservadora Evelyn Matthei.

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