Consideran que la reforma presentada por la presidenta Bachelet es insuficiente y amenazan con un gran paro nacional para el próximo 4 de noviembre. Tan solo 12 días después de los anuncios realizados por la presidenta chilena, Michelle Bachelet, para reformar el sistema de pensiones del país andino; más de un millón de personas salieron a la calle para exigir transformaciones más profundas que las ofrecidas por la mandataria.
Las marchas, que se realizaron simultáneamente en más de 50 ciudades, reunieron a más de un millón de personas en todo el país y a más de 600.000 tan solo en Santiago, según los organizadores; si bien las cifras de los Carabineros rebajaron la asistencia a tan solo 80.000 personas en la capital.
La gran reclamación de los manifestantes fue así la de poner fin al sistema privado de pensiones (AFP) impuesto en 1981 por la dictadura militar de Augusto Pinochet que hace que desde 25 años, los ciudadanos chilenos estén obligados a depositar sus ahorros de jubilación en cuentas individuales manejadas por instituciones financieras privadas: las conocidos como Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
No obstante, otros sectores como el que representa Rodrigo Pérez Mackenna, presidente de la Asociación de AFP, que reúne a las principales entidades del sector, ha intentado restar valor a las citadas manifestaciones al señalar en declaraciones recogidas por el diario ‘La Tercera’, que «la demanda ciudadana es por mejores pensiones» con independencia del modelo.
Además, Pérez Mackenna señaló que, en su opinión, un modelo de reparto solidario no sería viable «porque enfrentamos serios problemas demográficos». Unas consideraciones que, de generalizarse, podrían polarizar aún más la situación dado algunos de los lemas presentes en la principal manifestación como el de una pancarta que señalaba «las AFP deben morir para que los jubilados puedan vivir».
O con el mismo nombre del movimiento ciudadano que lidera las marchas: «No+AFP». De hecho, sus organizadores anunciaron por boca de uno de sus principales represenantes, Luis Mesina, que si el Gobierno no escucha sus demandas, convocarán un gran paro nacional el próximo 4 de noviembre.
Según un informe publicado por la Fundación Sol, el 90,75% de los jubilados de Chile recibe pensiones inferiores a 233 dólares, casi la mitad del sueldo mínimo.
