Los estudiantes chilenos han vuelto a echarse a las calles para exigir al Gobierno de Michelle Bachelet que acceda a los cambios que consideran necesario implementar en la reforma educativa. En esta ocasión, las movilizaciones han sido más duras y se han saldado con más de 100 detenidos. Los estudiantes chilenos han vuelto a echarse a las calles para exigir al Gobierno de Michelle Bachelet que acceda a los cambios que consideran necesario implementar en la reforma educativa. En esta ocasión, las movilizaciones han sido más duras y se han saldado con más de 100 detenidos.
La intención de los estudiantes de Santiago era realizar su movilización en La Alameda, una de las principales avenida de la ciudad. Sin embargo, el Gobierno rechazó la petición y aseguró que está siempre dispuesto para el diálogo. Ha reconocido que las manifestaciones son legítimas, pero que pueden suponer un problema para quienes no forman parte de ellas.
A pesar de que el Gobierno no había dado luz verde, la frustrada marcha derivó en tres horas en la capital en las que estudiantes y policías chocaron. La situación derivó en un pequeño caos en el que las redes sociales, como suele ser normal, actuaron como los principales opinadotes.
La situación, recuerda América Economía, se ha dado dos días después de que los estudiantes se hicieran pasar por turistas y se colaran en el Palacio Presidencial para desplegar una pancarta con un mensaje crítico contra el Gobierno. En eso momento anunciaron que comenzarían con una ofensiva para lograr una reforma educativa más profunda y así ha sido.
