La primera subasta eléctrica de México a largo plazo realizada por la Comisión Federal de la Electricidad (CFE) se ha saldado con una posible impugnación por parte de las empresas ganadoras ya que un error del programa ha hecho que el proceso se repitiera dos veces. La primera subasta eléctrica de México a largo plazo realizada por la Comisión Federal de la Electricidad (CFE) se ha saldado con una posible impugnación por parte de las empresas ganadoras ya que un error del programa ha hecho que el proceso se repitiera dos veces.
El pasado martes la Secretaría de Energía mexicana y la CFE anunciaron unos resultados pero el miércoles se mencionaron unos ganadores diferentes. En concreto, ambos organismos informaron el martes que siete empresas con 11 ofertas habían resultado ganadoras para venderle 5,385 millones de megawatts-hora durante 15 años al suministrador básico por un total de 3.818 millones de pesos anuales (unos 221,2 millones de dólares)
Mientras que el miércoles por la mañana, las autoridades afirmaron que en realidad fueron once empresas con 18 empresas por un total de 4.457 millones de pesos (unos 258 millones de dólares), lo que supondrá que la energía costará un 16,7% más que con el resultado previo. Teniendo en cuenta que las empresas beneficiarias han sido distintas, no es de extrañar que algunas impugnen estos procesos.
Ambos, que debería haber sido uno, se enmarcan dentro de la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto y, sin lugar a dudas, supondrán un nuevo tirón de orejas por parte de la oposición que una y otra vez ha culpado a esta propuesta que nació en 2014 de todos los males que asolan México.
La empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) se encuentra en horas bajas, y para muchos la reforma energética no ha hecho sino agravar esta situación. En su época, miembros del Partido Acción Nacional (PAN) , acusaron al presidente de querer desmantelar la empresa. Igualmente se sintió Andrés Manuel López Obrador del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que fue uno de los más críticos con esta medida y con sus consecuencias.
Diversos eran los planteamientos de la reforma de Peña Nieto, pero el más comentado siempre ha sido la entrada de capital extranjero en empresas energéticas estatales como la propia Pemex. Hace unas semanas, y pese a la precaria situación de la petrolera, Peña Nieto insistía en que seguiría adelante con su plan y anunció la licitación de la primera línea de transmisión con participación privada en el segundo trimestre del año, la cuarta licitación de la Ronda Uno de los yacimientos de exploración de aguas profundas en el Golfo de México y la posibilidad de que cualquier empresa pueda importar gasolina y diésel mexicanos.
