La industriad el motor de Uruguay se encuentra en horas bajas. Brasil, su principal destino de exportación está atravesando una crisis de diversos tipos, lo que afecta a las ensambladoras de vehículos que operan en el país. La industriad el motor de Uruguay se encuentra en horas bajas. Brasil, su principal destino de exportación está atravesando una crisis de diversos tipos, lo que afecta a las ensambladoras de vehículos que operan en el país.
Nordex y Lifan, empresas que ensamblan vehículos kilómetro cero, llevan meses sin producir y han tenido que mandar a su personal al paro. Mientras que la compañía china Chery, que vivió lo mismo el año pasado, decidió abandonar el país que preside Tabaré Vázquez.
Pablo Revetria, gerente general de Lifan en Uruguay, ha asegurado, según recoge el diario uruguayo El País, que su fábrica lleva meses sin fabricar nada. “La situación económica, la crisis política, el tipo de cambio y la caída de ventas se han convertido en inconvenientes insostenibles y la dirección de la empresa en China decidió mandar a todo al personal al desempleo”.
Ha manifestado también que si recuperan la actividad cuando el país que preside Dilma Rousseff vuelva a crecer, será con menos personal y una producción más reducida, aunque ha remarcado como positivo que de momento no se marchan, como hizo Chery.
Mientras que el director de Nordex, Nelson Rebelo, ha manifestado que “la menor actividad de Brasil” les ha afectado mucho, que hace mucho tiempo que no exportan a Argentina y que tienen muchos vehículos en stock. A pesar que han barajado la decisión de marcharse del país, también ha asegurado que cabe la posibilidad de que reanuden el ensamblado de vehículos en un par de meses.
