El 40% de los bienes de consumo final en Venezuela son importados por el Estado. Un reciente informe de la firma Econométrica, confirma pronósticos: La ausencia de fuentes extraordinarias de financiamiento provocará un descenso importante en las importaciones con relación al 2015. El 40% de los bienes de consumo final en Venezuela son importados por el Estado. Un reciente informe de la firma Econométrica, confirma pronósticos: La ausencia de fuentes extraordinarias de financiamiento provocará un descenso importante en las importaciones con relación al 2015.
El Gobierno siempre alega que la empresa privada acapara y especula. Que son parte de los actores que promueven la denominada “guerra económica” (sic) y que, por lo tanto, la solución –según dicen- es “profundizar” el modelo que nos trajo hasta aquí. Recientemente, modificaron el sistema cambiario a dos bandas (Dipro, tasa protegida a diez bolívares, y Dicom, tasa “de flotación limpia”), pero las expectativas, con base en estadísticas de los últimos cinco años, no auguran buen futuro al cambio flotante. De hecho, el economista Ángel García Banchs ha expresado mediante redes sociales que no hay flotación alguna. Invitó a sus lectores a cotizar en el “Dicom”, a ver si les asignan divisas. Como quiera que sea, con o sin flotación limpia, lo cierto es que al tener un tipo de cambio (Dipro) con un precio infinitamente menor, persistirá el embudo de aquellos cercanos a las esferas del Poder que compran a precios ridículos, y venden a precios ostentosos.
La firma Econométrica, en su más reciente pulso mensual, ofrece algunos datos que arrojan luces sobre el estado de descomposición económica:
-Las exportaciones (petroleras y no petroleras), se mantuvieron en niveles elevados hasta el primer trimestre de 2014, ubicándose en 84 mil 300 millones de dólares. Para el mismo período, pero del año 2015, la cifra cayó hasta 45 mil 523 millones de dólares. Una reducción de 46%.
-Las importaciones anuales públicas representan 52% de un total de 29 mil 359 millones de dólares.
-Las importaciones públicas han tenido un avance en cuanto a bienes de consumo final. Para 1998, la cifra era de 300 millones de dólares. Para el tercer trimestre de 2015, treparon hasta los tres mil 448 millones de dólares. El 40% de las importaciones de consumo final son realizadas por el Estado.
-La ausencia de fuentes extraordinarias de financiamiento provocará un descenso importante de las importaciones de comienzo de año respecto a las realizadas en 2015.
Las necesidades de importación en Venezuela seguirán incrementándose en la medida en que continúe la fractura del aparato productivo interno. De lo anterior, se desprende (y se confirma) que el Estado insiste en asumir un rol todo-poderoso en la economía. El cruce de variables entre importaciones del sector privado y público en cuanto a bienes de consumo final es inversamente proporcional: Las del sector privado alcanzaron un pico de 14 mil millones de dólares en el año 2008, descendiendo de manera progresiva (con excepción del año 2012, plena campaña electoral de reelección de Hugo Chávez), hasta los 5 mil 137 millones de dólares, mientras que las del sector público fueron creciendo progresivamente, pasando de 300 millones de dólares hasta 3 mil 448 millones de dólares.
Mientras más restrictivo es el papel del Estado con respecto a los actores económicos, mayores desórdenes se producen en el sistema. Por ahora, y mientras no exista una verdadera diversificación de la economía, gracias al Chavismo C.A. y su política de despilfarro, la escasez continuará pronunciándose. No es culpa, como dicen, únicamente de los precios del petróleo: Entre los años 2005 y 2012, dispusieron –según consta en estados financieros de Pdvsa-, de hasta 107 mil millones de dólares para “gastos de desarrollo social”. No hubo ahorro. Tampoco habrá comida. Esa es la gran verdad.
